Libro de Buen Amor: 060

Libro de Buen Amor
de Arcipreste de Hita
De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma II

De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma II


Puso en las delanteras muchos buenos peones,
gallinas, e perdiçes, conejos, e capones,
ánades, e lavancos, e gordos ansarones,
fazían su alarde çerca de los tisones.

Éstos traíen lanzas de peón delantero,
espetos muy cumplidos de fierro e de madero,
escudábanse todos con el grand' tajadero,
en la buena yantar éstos venían primero.

En pos los escudados están los ballesteros,
las ánsares, çeçinas, costados de carneros,
piernas de puerco fresco, los jamones enteros:
luego en pos aquéstos están los caballeros.

Las puestas de la vaca, lechones et cabritos,
allí andan saltando e dando grandes gritos,
luego los escuderos, muchos quesuelos fritos,
que dan de las espuelas a los vinos bien tintos.

Traía buena mesnada rica de infançones,
muchos buenos faysanes, los loçanos pavones,
venían muy bien guarnidos, enfiestos los pendones,
traían armas estrañas, e fuertes guarnisiones.

Eran muy bien labladas, templadas, e bien finas,
ollas de puro cobre traían por capellinas,
por adargas calderas, sartenes e cosinas,
real de tan grand' preçio non teníen las sardinas.

Vinieron muchos gamos, e el fuerte jabalí,
«Señor», dis', «non me escusedes de aquesta lid a mí,
que ya muchas vegadas lidié con don Alí.
Usado só de lid, siempre por ende valí.»

Non avía acabado desir bien su verbo,
ahevos a do viene muy ligero el çiervo:
«Homíllome», dis', «señor, yo, el tu leal siervo,
por te faser servicio ¿non fui por ende siervo?»

Vino presta e ligera al alarde la liebre,
«Señor», dis', «a la dueña yo le metré la fiebre,
dalle he sarna e diviesos, que de lidiar non l' miembre
más querría mi pelleja quando alguno le quiebre.»

Vino el cabrón montés con corços e torcasas,
desiendo sus braburas e muchas amenasas;
«Señor», dis' «a la dueña si conmigo la enlasas,
non te podrá empesçer con todas sus espinaças.»

Vino su paso a paso el buey viejo lindero:
«Señor», dis', «a herrén me echa hoy el llugiero,
non sé para afrue en carrera nin ero,
mas fágote serviçio con la carne e cuero.»

Estava don Toçino con mucha otra çeçina,
cidiérvedas e lomos finchida la cosina,
todos aperçebidos para la lid malina,
la dueña fue maestra, non vino tan ayna.

Como es don Carnal muy grand emperador,
et tiene por el mundo poder como señor,
aves et animalias por el su grand amor
vinieron muy humildes, pero con grand' temor.

Estava don Carnal ricamente asentado,
a mesa mucho farta en un rico estrado,
delante sus juglares como omen honrado,
de sus muchas viandas era bien abastado.

Estava delante d'él su alférez homil,
el hinojo fincado, en la mano el barril,
tañía a menudo con el su añafil,
parlava mucho el vino de todos alguaçil.