Lenguaje de las estaciones/Dedicatoria

Dedicatoria


            Del bien, hallado tras el mal, nos queda
siempre el recuerdo del dolor huido...
¡Huido, sí! pero del alma leda
el virginal aroma está perdido.
No hay generosa condición que pueda
borrar de la memoria lo que ha sido;
y así el dolor pasado está presente,
y el bien y el mal brotando de una fuente.
¡Perennes manantiales de la vida!
Marcándolos con hitos, la memoria
va por do el cauce de la edad corrida
con risa y llanto imprime nuestra historia.
La experiencia es sabor de la mordida
fruta que en el Edén hizo ilusoria
la quieta y apacible confianza,
y convirtió en recuerdo la esperanza.
Mas la esperanza es plácido espejismo,
falaz al corazón y al pensamiento,
hasta que la experiencia ve el abismo
y es cada hombre un mudo advertimiento.
Si esto, lector, lo sientes en ti mismo,
burla burlando te dedico un cuento,
tan rústico y sobrado de palabras
como el de Sancho, y... ¡cuenta tú las cabras!