Laura en el cielo
Me alzó mi mente a la feliz esfera
que a los que amaron en su edén encierra;
yo a la que busco y no hallo aquí en la tierra
vi más hermosa y menos altanera.
Asió mi mano, y dijo: «Aquí te espera
conmigo amor, mi anhelar no yerra:
yo soy la que te dio tan cruda guerra
y de su edad murió en la primavera.»
«Mi bien no cabe en pensamiento humano:
tú solo faltas y el mortal vestido
que tanto amaste, y que dejé en el suelo».
¿Por qué, callando, me soltó la mano?
Que de tan dulces voces al sonido,
casi con ella me quedé en el cielo.