Las vidas paralelas de Plutarco/Comparación de Solón y Poblícola

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

COMPARACION DE SOLON Y POBLÍCOLA.



Una cosa particular ocurre en esta comparacion que no se ba ofrecido en ninguna otra de las que hemos escrito; y es que entre los comparados uno haya sido imitador del otro, y éste venga de aquél á ser testigo; porque cualquiera en la descripcion que Solon trazó á Creso de la felicidad, verá fácilmente que cuadra más á Poblícola que á Tello: por cuanto Telio, de quien pronunció que habia sido muy feliz por su honrosa muerte, por su virtud y por sus hijos, ni por sí mismo mereció lugar en los poemas de Solon como hombre de singular bondad, ni por sus hijos, ở magistraturas que bubiese obtenido alcanzó nombre y gloria; cuando Poblicola en vida sobresalió en poder y gloria por su virtud entre los Romanos, y despues de muerto, todavla en nuestro tiempo, al cabo de más de seiscientos años, los linajes y famılias más ilastres, los Poblícolas, los Mesalas y los demas Valerios reficren á él mismo la gloria de su origen. Tello es verdad que falleció como bueno á manos de los enemigos, manteniéndose en su puesto y peleando; pero Poblícola, dando muerte á los enemigos, lo que á lo ménos anuncia mejor suerte, y haeiendo por su direccion y mando vencedora á la ciudad, triunfante, y colmado en bonores, tuvo tambien aquel fin que .era enviddiado por el mismo Solon, y preconizado como el más dichoso. Mas aquella exclamacion que él mismo hizo contradiciendo á Mimnermo, No deje yo al morir de ser llorado; Antes al espirar de mis amigos Muestras reciba de dolor y llanto, prueba tambien la dicha singular de Poblícola: pues que ai morie, no á sus amigos y familiares solamente, sino á la eiudad toda, á muchos millares dió ocasion de sentimiento, de lágrimas y de desconsuelo: porque las Romanas todas le Horaron, como si en él hubieran perdido cada una un hijo, un hermano ó un padre. Dijo tambien Solop: Yo bien deseo poseer riquezas, Mas no las quiero por injustos medios; Que viene al fin la merecida pena: pues Poblicola no sólo tuvo la felicidad de enriquecer sin reprension, sino tambien la de gastar con esplendor, haciendo bien á los menesterosos. Do manera que si á Solon le cupo ser el más sabio de todos, Poblicola fué sin duda el más bienhadado; pues que las cosas que aquel deseó mayores y más apreciables, Poblieola las poseyó, y hasta morir continaó disfrutándolas.

Sirvió ciertamente mucho Solon para el lustre de Poblicola; pero tambien éste á su vez contribuyó para el de aquél, pues tomándole por el mejor modelo para eimentar bien una demoeracia, con quitar de la autoridad et fasto y la flereza, la bizo amable y sin fastidio para lodos; y adoptó además muchas de sus leyes; porque confió al arbitrio de la muchedumbre la oleccion de los magıstrados, y al reo le dió facultad de apelar al pueblo, como la dió Sołon de apelar á los jueces tomados de todo el pueblo.

No creó, como ésle, otro Senado nuevo; pero amplió el que existia, doblando casi el número. Tambien fué tomada de allá la creacion de los Cuestores, para que al supremu 1aagistrado, ni si era bueno le fultara tiempo para las cosas importantes, ni si era mało le sobrasen los medios de abusar, siendo dueño del mando y de los caudales. El odio á la tiranía cra más exremado en Poblicola: porque si alguno intentaba apoderarse de la autoridad, aquél imponia pena al que fuese vencido en juicio; pero ésto dió facultad de matarle sin necesidad de causa. Es justa y rectamente celebrado Solon, porque poniendo cn su mano el estado do las cosas el que pudiese arrogarse todo el mando, y estando los ciudadanos dispuestos á llevarlo bien, él lo rebusó; poro no es ménos de aplaudir en Poblicola el que babiéndosele conferido una autoridad despótica, la hubiese hecho más popular, y ni siquiera hubiese usado du clla en to que legitamente podia. Aunque parece haber sido Solou el primero on observar que el puebio Obedece gustoso á los que mandan, Si ni le aflojan, ni le bostigan mucho.

Fué cosa partieular de Solon la aboticiou de los créditos, eon la que consolidó poderosamente la liberlad de los ciudadanos: porque de nada sirve que las leyes establezcan la igualdad, si los créditos privan de clla á los pobres, pues cuando parece que usan más de la liberlad, entónces es cuando están más esclavizados á los riuos, á quienes Lienen que obedecer y estar sujetos en los actos de juzgar, de resolver y de bablar al público. Aun es más admirable que todo esto el que acoslumbrando á traer consigo sediciones toda abolicion de créditos, con haber usado de ella sola como do un remedio peligroso, pero fuerte, hubiera esto sido con tanta oportunidad, que bubiese cortado la sedicion ya existente, subreponiéndose con su virtud y la opinion que de él se tenía i lo que babia en aquella operacion de improhable y de odioso. Considerado el gobierno de ambos, en Solon fué más brillante el principio, porque él fué seguido, y no siguió á nadie; y por si mismo, sin compañía ni auxilio, dispuso y ejecutó las mayores cosas en la república; mas el fin fué on el olro más feliz y apeteeibie: porque su obra en gobierno el mismo Solon ántes de morir la vió disuelta; mas la de Poblícola hasta las guerras civiles mantuvo en órden la ciudad; y es que aquel en el momento de dar sus leyes, dejándolas en las tablas, sin más auxilio ni apoyo que la escřitura, se marchó de Atenas; y este permaneciendo siempre, y teniendo parte en ei mando y el gobierno, fortaleció y puso en seguridad sus establecimientos. Además de esto, sobre aquel, que nada habria podido remediar aunque lo hubiera previsto, prevaleció Pisistrato; de manera que él quedó arrinconado, y la tiranía encumbrada; y éste por el contrario logró desechar y disolver una autoridad fuerte y dominante con el mucho tiampo que habia durado, oponiendo quizá una virtud iguai y una decision semejante, pero teniendo mejor suerlo y babiendo sido más elicaces sus esfuerzos.

En ia parte militar, Demaco de Platea ni siquiera conviene en que Solon hubiese inlervenido en los encuentros con los de Megara, en la forma que lo expresamos; cuando de Poblícola no puede dudarse que peleando y mandando él mismo, salió victorioso en grandes combates. Aun en los negocios públicos el uno parece que tomó parto como por juego y fingiéndoso loco; pero el otro, arrojándose de su voluntad á todo, hizo frente á Tarquino, y descubrió la traicion que estaba tramada; y habiendo sido el principal autor para que los perversos fuesen castigados y no huyesen, no sóło lanzó de la ciudad las personas dde los tipanos, sino que les corló toda esperanza. Y con haber manejado con tanta osadía y vigor los negocios que llevaban consigo contienda, encono y oposicion, áun se condujo mejor en los que requerian un trato pacifico y persuasion sumisa, babiendo conseguido ganar con maña á un varon tan belicose y temible como Porsena, y converlirle en su amigo. Has dira aqui alguno que Solon les recobró á los Atenienses á Salamina, que ya la dejaban por perdida, y Poblicola se desapoderó de un terreno del que estaban en posesion los Romanos; pero es menester para examinar los sucesos referirlos á sus tiempos y circunstancias; porque el bombre político ha de ser toraátil, y cada cosa la ha de tomar por donde preserle mejor asidero; y muchas veces con la pérdida de una parle salvó el todo, y con desprenderse de lo poco tuvo suerte en lo mucho. Así tambien aquel insigne varon, desposeyéndose de un territorio ajeno, puso en mayor seguridad todo el terrilorio propio; y para los que se daban por muy conlentos con guardar y defender su ciudad adquirió el campamenlo de los que los tenian sitiados: pues poniendo en manos del enemigo el que fuese juez, vencedor en el pleito, áun salió ganando otro tanlo como habrian dado de buena gana por vencer en la batalla: porque aquél se apartó de la guerra, y les dejó todos los acopios de ella, por la opinion de virtud y probidad que sobre todos supo el Cónsul inspirarle.

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