Las Garzas del llano
Reposan en el llano que el horizonte enmarca,
vacadas pensativas, viviendas y colinas,
la laguna que irisan las luces vespertinas
y que cortan, golpeando, los remos de la barca.
En el confín dorado, su leve curva enarca
la montaña brumosa, durmiendo entre neblinas;
y vuelan de la margen las garzas peregrinas,
ebrias de lejanía bajo la tarde zarca...
La lumbre, en las alturas deshoja una violeta;
por entre la hojarasca se tiende una escopeta,
y suena el tiro aleve como un trueno lejano.
Agítanse alas trémulas en las desnudas zarzas,
y amortajando el sueño sangriento de las garzas,
el duelo de las sombras se tiende sobre el llano...