Jícaras Tristes (1932)
de Alfredo Espino
Dichosofuí

     y en su cantar decía suspirante,
     gozándose también. “Dichosofuí”.
          A. Najarro


Tu cántico en la calma del paisaje,
es un hondo suspiro que se aleja...
Una queja con alas... una queja,
que brota desde el alma del boscaje...

¡Oh, pájaro! tu música salvaje,
en la mañana azul, cabe la vieja
habitación de bahareque y teja,
me hizo oír tu ternísimo lenguaje...

Pájaro triste, ¿qué hondo desencanto
te arranca esas estrofas de terneza,
que son dulce expresión de tu quebranto?
Entre mi regional naturaleza,
no existe música que exprese tanto,
¡como la música de tu tristeza!