La muerte del cisne (Caprile)

LA MUERTE DEL CISNE


Como el cisne que cruza la laguna,
Atraviesas la escena lentamente,
Con la luz misteriosa de la Luna
Que ilumina tus brazos y tu frente...


Con tu suave plumaje, leve manto
Que dibujan los líquidos espejos,
Toda ilusión, pareces un encanto
Que llegara, divino, de muy lejos...


Mas de pronto, veloz, certera bala
Te hiere mal; y trágica armonía
De la orquesta, resuena por la sala
Como un grito de angustia y de agonía.


Y tentando un esfuerzo sobrehumano
Unos pasos caminas vacilante,
Mas presto te detienes, porque en vano
Intentas proseguir más adelante.


Y la música llora tu amargura
Con sus notas tristísimas y graves,
Al ver como a tu inmensa desventura
Caes por tierra en movimientos suaves.


Y ya sin fuerzas, al dolor rendida,
Sucumbes al dolor del fiero embate,
Como sufriendo en realidad la herida,
La herida cruel que tu existencia abate.


Y así quedas, la faz entre las alas,
Inmóvil, con el cuerpo reclinado,
Como pierde también sus blancas galas
El lirio que los vientos han tronchado.


Y el vestido sutil de gasa leve
Sobre el negro color del escenario,
Se asemeja al primer copo de nieve
Caído en el camino solitario...


Octubre de 1916.