La mejor espigaderaLa mejor espigaderaTirso de MolinaActo III
Acto III
Salen RUT de labradora, ORFÁ,
NOHEMÍ, TIMBREO y otros
TIMBREO:
Traje es ese merecido
de tu ingratitud tirana;
que a condición tan villana,
con el villano vestido
satisfacen desengaños
de un mal pagado deseo.
Vivido has con un hebreo,
princesa, en Moab diez años;
que no pudo mi venganza
ser a tu padre traidora,
hasta que llegó la hora
que a Amor pidió mi esperanza.
Él es muerto, y yo soy rey;
porque necio el reino fuera
que en su silla consintiera
a un bárbaro de otra ley.
Maté a tu esposo atrevido,
y también a Quelión
su hermano, que no es razón
que diez años, que en tu olvido
tirana me atormentaste,
no satisfaga mis celos.
TIMBREO:
Venguéme, en fin, y abrasélos
como en ellos me abrasaste.
Ni viuda mi amor te mueve,
ni estimas ser mi mujer,
ni el soberano poder
del reinar a quien se atreve.
El más quieto natural
te ha podido persuadir,
siquiera, ingrata, a admitir
la más pequeña señal
de amor, que fuera bastante
a refrenar mis rigores,
pues aun fingidos favores
hacen cortés al amante.
A vista estás de Belén,
y entre pobreza y congojas
a coyuntura, que escojas
lo que te estuviere bien.
Si la mano me concedes
la diadema gozarás
de Moab; si firme estás
en tu ingratitud, ya puedes
satisfacer tus deseos.
Crüel sirena, ¿qué lloras?
¿A los hebreos adoras?
Ya pisas campos hebreos.
Todos de un pastor descienden,
que este humilde oficio dan,
a la nobleza de Abrahán,
los que imitarle pretenden.
Pastora eres, ¿qué te quejas
si sigues tu inclinación?
Por los que pastores son,
sublimes púrpuras dejas.
Si te arrepientes, escoge.
¡Ay, Rut de los ojos míos,
no formes de perlas ríos
que abril codicioso coge
para convertir en flores!
RUT:
Déjame, tirano infiel,
llorar la muerte cruel
de los príncipes mejores
que honraron a Palestina;
que si el que en presencia está
de quien la muerte le da
por disposición divina
brota sangre, y tú me has muerto,
por descubrir tu traición,
la sangre del corazón
que brotan los ojos vierto.
Y la silla en que te asientas,
pues de ella mi esposo falta,
cuando su corona esmalta
de piedras por ti sangrientas,
menospreciarle es forzoso;
que será afrenta doblada
admitir mano manchada
en la sangre de mi esposo.
Vete y déjame, traidor.
TIMBREO:
Estima mi cortesía,
que aunque forzarte podría,
no es villano, al fin, mi amor;
y apacienta toscos hatos
con rústicos ganaderos,
pues son sus pechos groseros
de tu ingratitud retratos,
a prueba de tu desdén,
digno de vestir sayal;
que si a la mesa del mal
echares menos el bien,
podrá ser que su aspereza
te obligue a mudar consejos,
porque no espanta de lejos
el hambre ni la pobreza.
Cuando de cerca la toques
y conozcas lo que pierdes,
como de mi amor te acuerdes,
y a pagarle te provoques,
a la razón reducida
de quien tan lejos estás,
la puerta abierta hallarás
de tu reino y de mi vida;
que mal la podrán cerrar
desdenes por más que ofrezcas,
pues cuanto más me aborrezcas
más, crüel, te pienso amar.
Vase TIMBREO
NOHEMÍ:
Hijas, ya que Dios me ha dado
el castigo merecido,
y sin hijos ni marido
en soledad ha trocado
mi amorosa compañía;
mis contentos en dolor,
en llanto eterno mi amor
y en tormento mi alegría,
a Moab os reducid;
no renovéis a mis ojos
pasadas penas y enojos;
de mis desgracias hüid,
que aunque mi pena os desvele
ofenderá vuestra dicha,
que es contagión la desdicha
que á todos pegar se suele.
RUT:
Madre, no es justo que ansí
a quien te adora despidas.
Un alma vive en tres vidas;
quien las da ser es Nohemí.
Yo no te pienso dejar,
que esto mi ventura ordena.
ORFÁ:
Tu fortuna, mala o buena,
la nuestra ha de acompañar.
Diez años hemos vivido
contigo, haciendo experiencia
en tu virtud y prudencia.
¡Cuán engañosa ha salido
la fama con que las suegras
su opinión han desdorado!
Madre en tí habemos hallado;
con tu vista nos alegras;
despedirnos es rigor.
NOHEMÍ:
¡Ay, Rut hermosa! ¡Ay, Orfá!
¿Con qué pagaros podrá
mi desdicha vuestro amor?
A vista estoy de Belén;
goza, Rut, agradecida
la corona apetecida
que has merecido tan bien.
Goza en amorosos lazos
al homicida crüel
de mis hijos, que con él,
entre lícitos abrazos
refrenarás desconsuelos
que es de renovar conmigo.
Con miserable castigo
quisieron vengar los cielos
en mis hijos el dejar
su Dios y ley verdadera.
De la ambición lisonjera
se dejaron engañar.
De Dios la justicia estimo,
como su esclava le adoro;
pero como madre lloro
y en su muerte me lastimo.
No pierdas, mi Rut, por mí
lo que por naturaleza
heredas; ni tu belleza,
Orfá, desprecies ansí.
NOHEMÍ:
Allá os casaréis las dos
por madre a Moab tenéis;
no es bien que peregrinéis
extranjeras. Hágaos Dios
dichosas, págueos el bien,
que en vuestra patria me hicisteis;
premie el amor que tuvisteis
a mis dos hijos también;
que ni desdichas ni agravios
bastarán a que os olvide.
Si Amor, cuando se despide,
suele imprimir con los labios
recuerdos en la memoria,
dejadme sellar con ellos
hijas, vuestros rostros bellos,
y seré la postrer gloria
que a mi dicha deberé. Abrázalas
Prospere vuestra ventura
el cielo.
RUT:
No está segura
sin vos, madre, si se ve.
ORFÁ:
Por no aumentar tus enojos
habré de seguir tu gusto.
Bien conoce el cielo justo,
siendo testigos mis ojos,
lo que el apartarme siento
a esta ocasión de las dos.
Adiós, madre, prima, adiós.
RUT:
Turba a la lengua el tormento.
Quien amando se despide
habla poco y mucho siente.
NOHEMÍ:
Dios tus dichas acreciente
y jamás de ti se olvide.
Vase ORFÁ
NOHEMÍ:
Vete, mi Rut, con tu prima
donde segura reposes;
goza tu tierra, tus dioses
y el esposo que te estima.
¿Qué esperas de mi pobreza,
ni mis hados infelices?
RUT:
Cuanto más me contradices
aumentas más mi tristeza.
Sombra he de ser que te siga;
viviré donde vivieres;
seguiréte donde fueres,
ya la suerte te persiga,
ya de fortuna mejores.
Tu patria es mi patria ya;
tu ley preceptos me da;
adoraré el Dios que adores.
Un pueblo ha de recibirnos,
una cama ha de abrigarnos,
una mesa sustentarnos
y una tierra ha de cubrirnos.
Plegue al cielo que me niegue
su luz el planeta hermoso,
me persiga un envidioso
y a ver tu patria no llegue,
cuando imposibles sean parte
para que en tu companía
no viva alegre hasta el día
que la muerte nos aparte.
NOHEMÍ:
A tal amor, tal lealtad,
ingrata es mi resistencia.
Aliviará tu presencia
mi viudez y soledad.
Ésta es Belén, Rut querida.
RUT:
Nuevo gozo cobro en vella.
NOHEMÍ:
Entremos, y veré en ella
si la patria al pobre olvida.
Parientes ricos dejé,
a muchos favorecí,
a muchos sustento di,
muchas hüerfanas casé.
Por fuerza habré de probar
agora para vivir
si la cara del pedir
es la misma que del dar,
y si es tan emparentada
en Belén la adversidad
como la prosperidad.
RUT:
Esa prueba es excusada,
no hay para qué hacerla intentes;
que aunque veas alaballa,
ni la verdad posada halla,
ni la pobreza parientes.
Vanse.
Salen LISIS
y GOMOR, pastores
GOMOR:
Lisis ¿cuándo han de cesar,
dime, tus desdenes locos?
Sino es que llore los mocos,
no tengo ya que llorar.
¿Qué gato en camaranchón
anda como yo maullando,
qué borrico rebuznando
en prado, establo ó mesón?
¿Qué berraco de concejo
gruñe cual yo y se embarrincha,
o qué cuartago relincha,
sin albarda ni aparejo,
cuando topa a la mohina
cual yo? Mira que me matas
con esa cara de natas.
Ya he llorado hasta la orina;
no reposo en ningún cabo,
mojadas tengo las parvas,
dos años ha que las barbas
no me quito, ni me lavo
la cara, que con pezuñas
tal vez cubren telarañas;
lleno me traes de legañas;
del yeme tengo las uñas.
Ten mancilla, Lisis mía,
de que ande ansí tu Gomor;
porque si esto no es amor,
al menos es porqueria.
Sírvame esto de castigo:
dame a hocicar esa mano.
LISIS:
Bocado comido, hermano,
dicen que no gana amigo.
Un tiempo te amaba yo,
mas como el pan te comiste
y darme de él no quisiste,
mi amor de hambre se murió.
GOMOR:
¿Medio pan, Lisis discreta,
entre dos de qué servía,
sabiendo tú que venía
con más hambre que un poeta?
¡Siempre os habemos de dar!
¿No habrá una mujer que quiera,
de balde? ¿Es amor gotera
que nunca tien de parar?
¿No basta ser gentilhombre?
LISIS:
Como de Adán descendéis,
su nombre es bien que imitéis.
GOMOR:
Pues bien, ¿qué hay en ese nombre?
LISIS:
Que ha de dar el que de Adán
deciende, he sacado yo;
que por eso se llamó
Adán, que se acaba en dan.
GOMOR:
¿En dan? ¿pues es tamboril?
LISIS:
Y si en los nombres me fundo,
la primer mujer del mundo,
este secreto sutil
también con el suyo aprueba.
GOMOR:
Eso no más mos faltaba.
LISIS:
Pues ven acá. ¿En qué se acaba
el eco del lleva?
GOMOR:
En "Eva."
LISIS:
Luego quien no da no es hombre,
ni quien no lleva, mujer.
GOMOR:
De aquí saco que ha de ser
desde hoy "lleva" vueso nombre.
LISIS:
No hay sin dar ninjún galán,
ni sin llevar dama a prueba,
pues lleva se acaba en "eva,"
como Adán se acaba en "dan."
Pues no has dado, no hay amores.
GOMOR:
Ya os doy a los diabros yo,
y a quien tanto os enseñó.
LISIS:
Venido han los segadores,
Gomor, de Bohoz, nueso amo,
porque hoy comienza la siega.
GOMOR:
¿Si no os dan, no amáis, borrega?
¿Chancera sois? pues no os amo.
Sale HERBEL
HERBEL:
m Salve y guarde. Es tiempo ya
de aprestar dediles y hoces.
LISIS:
¡Oh, Herbel! Si el tiempo conoces
en casa el agosto está.
HERBEL:
Dolióse Dios de Israel.
Buena cosecha esperamos.
Sale ASAEL
ASAEL:
Manténgaos Dios. Acá estamos
todos, pardiez.
GOMOR:
¡Oh, Asael!
Oraciones de Bohoz
mos han dado el año lleno;
HERBEL:
Es santo Bohoz.
LISIS:
Es bueno.
ASAEL:
Embotada estaba mi hoz
diez años ha, y de orín llena,
que el hambre la daba empacho;
pero ya ha vuelto el gazpacho
a dar filos a la cena.
Salen ZEFARA y JABEL
ZEFARA:
Año, buen año.
HERBEL:
¡Oh, Zefara!
¡Oh, Jabel! De aquí adelante
no habrá hebreo mendigante.
JABEL:
Todo lo llena la hartura.
¿No sabéis quién ha venido
a Belén?
LISIS:
¿Quién?
JABEL:
Nohemí.
ASAEL:
¿Decíslo de veras?
JABEL:
Sí.
GOMOR:
El sustento nueso ha sido.
LISIS:
¿Viene rica?
ZEFARA:
Antes tan pobre
que no tiene que comer.
HERBEL:
¿Pues y el avaro Eliacer?
ZEFARA:
No hay vicio de quien no cobre
Dios, en plazos de venganza,
la justa satisfacción.
Negónos la provision,
hizo de Belén mudanza,
y en Moab diz que perdió
la hacienda y vida.
GOMOR:
¡Oste, puto!
JABEL:
No trae más que llanto y luto
Nohemí, que allá se dejó
muertos los hijos.
ASAEL:
¿Y vive?
JABEL:
Sin que haya quien la socorra.
LISIS:
Si el beneficio se borra
al tiempo que se recibe,
y el agravio en piedra está
eternamente esculpido,
el odio que su marido
tuvo a todos durará,
sin que haya memoria alguna
de lo que a Nohemí debemos.
HERBEL:
Todo este mundo es extremos.
ASAEL:
Gobiérnale la fortuna.
JABEL:
Trae la más hermosa nuera
que ha visto Efratá, consigo.
GOMOR:
Sin hacienda, buen abrigo
trae de allá.
ZEFARA:
Diz que en Moab era
princesa.
HERBEL:
¿Pues quién la fuerza
a venirse acá a morir
de hambre?
ZEFARA:
El no consentir,
Herbel, casarse por fuerza,
y el amor que en Nohemí fundo.
GOMOR:
¿En su suegra?
ZEFARA:
¿Qué te espanta,
sabiendo que es una santa?
GOMOR:
La primer nuera es del mundo
de ese humor.
LISIS:
Pues del buen trato
eso y más.
GOMOR:
Será por yerro.
Suegra y nuera, gato y perro
no comen bien en un plato.
LISIS:
Dejad eso y aprestemos
la siega.
HERBEL:
Aquí está mi hoz.
JABEL:
Antes que venga Bohoz
con bendición empecemos;
pero esperad, que Nohemí
de quien hablamos es ésta,
y la moabita.
ASAEL:
¡Y qué honesta!
GOMOR:
Noramala para mí.
Salen RUT y NOHEMÍ
RUT:
Pues que la pobreza fiera
en ninguno halló piedad,
porque la necesidad
es en su patria extranjera,
para poder sustentarte,
señora y madre querida,
yo tomo a cargo tu vida.
Cánsate ya de cansarte
pidiendo a quien socorrer
te pudiera y dice ultrajes,
que no hay más de dos linajes,
que es tener y no tener.
Tus deudos tienen; si afrenta
la falta, madre, de bienes,
¿qué mucho, cuando no tienes,
que te nieguen por parienta?
No pruebes pechos, Nohemí,
que la hacienda endureció,
que avergüenza mucho un no
a quien dijo a todos sí.
Princesa he sido y señora,
mas la pobreza maestra
y Amor, que todo lo muestra,
me enseña a ser labradora.
La siega ha empezado ya.
Ya Céres da su tesoro
a agosto en espigas de oro;
la gente ocupada está
en afeitar los cabellos
al campo, que da en despojos
a las eras sus manojos
colmando los trojes de ellos.
Espigadera he de ser,
si princesa hasta aqui he sido.
NOHEMÍ:
Hija, si el reino has perdido
por mí, no es justo perder
el respeto a tu valor.
Quien debajo el solio real
se crió llevará mal
desacatos del calor.
Atrévase el hambre vil
a hacer en mi vida prueba,
primero que el sol se atreva
a ese coral y marfil.
No es bien que oficio te cuadre
tan tosco como cruel.
RUT:
No vale más que otro aquel
que no hace más que otro, madre.
Deja que en la siega coja
espigas que el rico olvida,
pues antes que se las pida
las da el campo y no se enoja.
Algún padre habrá clemente
de familias, sin codicia
del trigo que desperdicia
mientras lo siega su gente,
que dejándome espigar
me dé con que sustentarte.
NOHEMÍ:
Estatuas puede labrarte
la piedad, ponerte altar.
Bendecid, cielos constantes,
a Rut, que humilde os obliga;
haced que mientras espiga
coja por granos diamantes.
Jamás su memoria muera,
y el Amor, mientras espiga
pan, con nuevo blasón, diga,
la mejor espigadera.
ZEFARA:
Seáis, Nohemí, bien venida.
NOHEMÍ:
No me llaméis más Nohemí,
que es hermosa; amarga sí;
viuda sola y afligida.
¿Por qué Nohemí me llamáis,
si no es razon que me cuadre
tal nombre?
JABEL:
No lloréis, madre,
que el corazón nos rasgais.
Sale BOHOZ, que será el mismo
que hizo a MASALÓN, con un gabán
y montera como noble en el campo
BOHOZ:
¡Ea, amigos, a la siega!
TODOS:
Vamos en nombre de Dios.
Vanse GOMOR, LISIS, HERBEL,
AZAEL, ZEFARA y JABEL
RUT:
Volveos, madre, a casa vos,
y lo que mi amor os ruega
haced.
NOHEMÍ:
¡Ay, Fortuna fiera!
bien tu inconstancia se ve,
pues la que princesa fué
ya es humilde espigadera.
Vanse NOHEMÍ y RUT.
Al irse RUT se van
mirando muy de
espacio ella y BOHOZ
BOHOZ:
Válgame el Dios de Sión!
¿Quién es esta mujer bella,
que me ha dado sólo en vella
mil vuelcos al corazón?
No la he visto en esta tierra
otra vez; más bajará
a la siega de Judá,
como suelen, de la sierra,
con los demás montañeses.
Detrás de los segadores
coge espigas, vierte flores,
perlas siembra y lleva mieses.
¿Hay más bella compostura?
¿Hay más compuesta beldad?
Más puede la honestidad
con amor que la hermosura.
Pues si es compuesta y hermosa
¿qué mucho valga por dos?
¿Yo sin armas, amor Dios,
y la Ocasión poderosa?
Peligro corréis, sosiego,
que si el sol de agosto abrasa
y el de amor el alma pasa
¿quién sufrirá tanto fuego?
En un misterioso sueño
quiso el cielo revelarme
que no tengo de casarme,
ni mi amor llamará dueño
sino a una mujer moabita,
cuya virtud y humildad
honre mi posteridad
con descendencia infinita.
BOHOZ:
Por esta causa hasta agora
a nadie la llave he dado
del alma donde se ha entrado
esta hermosa labradora.
¿Cómo, abrasados antojos,
entró, si a puerta cerrada
estaba el alma guardada?
Mas si sirvieron los ojos
de puertas, que hallando abiertas,
conquistó ¿qué hay que dudar?
pues mal se podrá guardar
casa que tiene dos puertas.
El donaire con que espiga
enamorando al Amor
le transforma en segador;
y porque sus pasos siga,
en vez de espigas, arroja
a racimos las estrellas,
que al bajar las manos bellas
se estorban porque las coja.
Ya no con alas veloz
la aljaba a los hombres echas,
pues arrojando las flechas,
Amor, del arco haces hoz,
y como sin vista llegas
derribando cuanto alcanzas,
segando mis esperanzas
a ciegas mis dichas siegas. Gritan dentro
Ya cantan mis segadores.
Haceos, pensamientos vanos,
espigas, porque en sus manos
deis fruto, pues que sois flores.
Cantan dentro
MÚSICOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
HERBEL:
Quién espiga se tornara (-Dentro-)
costara lo que costara,
porque en sus manos gozara
las rosas que hacen su cara
por agosto primavera.
Cantan
TODOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
UNO:
¡Vítor! (-Dentro-)
TODOS:
¡Vítor! (-Dentro-)
BOHOZ:
¡Qué alegría
han dado a mi corazón!
¿Hay siega con más razón?
GOMOR:
Va la mía, va la mía. (-Dentro-)
Cantan dentro
GOMOR:
"Si en las manos que bendigo
fuera yo espiga de trigo,
que me hiciera harina digo
y luego torta o bodigo,
porque luego me comiera."
TODOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
¡Vítor, Gomor!
ASAEL:
Lindamente (-Dentro-)
lo habéis dicho.
GOMOR:
Aunque grosero (-Dentro-)
¿qué queréis? yo so coplero.
BOHOZ:
Envidia tengo a mi gente,
pues donde ponen los pies
sus bocas pueden sellar.
GOMOR:
Lisis, la tuya has de echar. (-Dentro-)
TODOS:
Diga Lisis. (-Dentro-)
LISIS:
Digo, pues. (-Dentro-) Cantan dentro
"Si yo me viera en sus manos
perlas volviera los granos,
porque en anillos galanos
en sus dedos soberanos
eternamente anduviera."<poem>
TODOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
GOMOR:
Ésta se lleva la gala. (-Dentro-)
¡Viva Lisis!
TODOS:
¡Lisis viva! (-Dentro-)
BOHOZ:
Ya amor el alma cautiva;
fuego por la vista exhala. Llama
Segadores--¡Ah, Gomor,
Lisis, Asael!
TODOS:
Nueso amo. (-Dentro-)
GOMOR:
¿Llama acaso? (-Dentro-)
BOHOZ:
Llamo y amo
entre las llamas de Amor. Salen GOMOR y HERBEL
GOMOR:
¿Qué es, nueso amo, lo que manda?
BOHOZ:
¿Quién es esta espigadera
que las almas, vueltas cera,
con manos de nieve ablanda?
HERBEL:
Ésta es nuera de Nohemí,
moabita en profesión,
esposa de Masalón,
que fué, según lo que oí,
princesa; pero llevada
del amor de nuesa ley,
con el moabita rey
menospreció estar casada;
y por sustentar su suegra,
desde la soberbia silla,
cogiendo espigas se humilla
y a cuantos la ven alegra.
BOHOZ:
¡Válgame el Dios deseado!
¡Que en una idólatra ansí
halló la viuda Nohemí
lo que en sus deudos no ha hallado!
¡Que una princesa excelente
con ejercicio tan bajo,
a costa de su trabajo
ansí a su suegra sustente!
Si honesta, humilde y hermosa
conquistado mi pecho ha,
poderoso Amor, ¿qué hará
socorrida y virtuosa?
Y si con una moabita
quiere el cielo que me case,
¿qué milagro es que me abrase?
Ya vienen con fiesta y grita,
y tras ellos el cristal -
de los pies que a amor provocan,
volviendo el trigo que tocan
de trechel en candeal. Salen los segadores cantando y RUT tras ellos lleno de espigas el delantal
TODOS:
"A la espígaderuela linda
el Amor sus flechas rinda;
a la espigaderuela honesta
hagan estos campos fiesta."
UNO:
"Arcos haga nuesas hoces,
flechas las espigas bellas
que tire al Amor con ellas
contra las suyas veloces;
las nuesas con tiernas voces
cantando la den la gala,
y a los pies de la zagala
Flora ramilletes rinda."
TODOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela." Estánse mirando RUT y BOHOZ mientras cantan
UNO:
"Vuélvase a vestir de flor
el prado que agosto seca,
pues con su vista se trueca
en primavera mejor.
Más pica el fuego de amor
que el fuego del sol ardiente
su hermosura es fresca fuente
que en vasos de cristal brinda."
TODOS:
"Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
BOHOZ:
Bendigan tu hermosura
los cielos cristalinos,
hermosa espigadera,
como yo te bendigo.
Peregrina piadosa,
enamorado hechizo,
princesa del Amor
si de Moab lo has sido,
a tus hermosas plantas
las de este claro río
humillen por besarlas
los cuellos más altivos.
Vuelva a brotar el prado
jazmines, rosas y lirios,
coronas de tus pies,
de mi esperanza grillos.
No quede ruiseñor,
pintado jilguerillo,
calandria y oropéndola
en árboles y en nidos,
que alegres y bizarros,
de amor y pluma ricos,
no ofrezcen a tus plantas
en vez de labios, picos.
Mil veces venturosas
las hazas de mis trigos,
los pagos de mis mieses,
pues ver han merecido
primicias de sus partos
en el cristal bruñido
de aquestas manos bellas,
a quien el alma rindo.
No ausentes de mi siega,
por otras que ya envidio,
los soles de tu cara,
risueños y benignos;
que sin llegar a colmo,
en fe de tal castigo,
se anublarán las mieses
que viéndote han crecido.
Sigue mis labradoras,
que en fe de que te sirvo,
solícitas y alegres
las pongo en tu servicio.
Recoje espigas rojas,
serán plumajes ricos
del oro que tus brazos
guarnecen cristalinos.
RUT:
¡Oh, generoso hebreo!
¿De dónde ha merecido
una romera pobre
tus ojos ver propicios?
La tierra humilde beso
que honraron tus vestigios,
ilustre patriarca
del pueblo circunciso.
(Retrato es verdadero (-Aparte-)
y espejo donde miro
de mi difunto esposo
el simulacro vivo.
Pero si de Bohoz
mi Masalén fue primo,
¿qué mucho que una sangre
de dos haga uno mismo?)
¿Quién, noble betlehemita
te obliga a que benigno
ampares extranjeros
y hospedes peregrinos?
BOHOZ:
Ya, moabita hermosa,
hazañas he sabido
de tu piadoso pecho,
de tu valor benigno;
ya sé que el reino dejas
a tu virtud debido,
la patria en que naciste,
el tálamo ofrecido,
la ley que cuerda truecas,
por la que el dedo ha escrito
de Dios, que dió a Moisés,
nuestro primer caudillo.
La caridad más nueva
que vieron nuestros siglos
que con tu suegra usaste,
pues al humilde oficio
de espigadera pobre
el trono has reducido
por sólo sustentarla
del majestuoso sitio.
Colme de bendiciones
el Señor infinito,
que Dios Israel llama,
trabajos tan lucidos,
mudanza tan dichosa,
amor tan inaudito;
mas sí hará, que en sus alas
te dé su sombra abrigo.
RUT:
Ya yo la experimento,
pues ha hallado contigo
gracia mi buena suerte.
Juez amoroso y pío,
mi alma has consolado,
mi pecho enternecido,
pues liberal ensalzas
mis méritos indignos.
Aun ser esclava tuya
mi amor no ha merecido,
la tierra que has pisado,
el aire que respiro.
BOHOZ:
(¿Hay humildad tan grande? (-Aparte-)
¿Hay más bello prodigio
en cuantos celebraron
imágenes y libros?) Gritan dentro
RUT:
Ya vuelve a su tarea
el escuadrón sencillo
de nuestros segadores.
si gustas, señor mío,
siguiendo sus trabajos
proseguiré mi oficio.
BOHOZ:
E igualarás tus gracias
a sus granos de trigo.
Ve, hermosa espigadera,
despoja el vellocino
que a la desnuda tierra
dió Céres pgr vestido;
saque a a mis gavillas
los fértiles racimos
que en órdenes dispuestas
componen granos limpios,
y en cada huella tuya
produzca el Amor niño
contra el calor que abrasa
claveles y narcisos.
Vase RUT
BOHOZ:
Lisis, señora, espera;
escucha, Herbel amigo,
así tu mesa cerque
amor de alegres hijos,
que de esta espigadera
cuidéis tan advertidos
que muestre su regalo
que sois zagales míos.
Cuando de Céres fértil
cortéis el fruto opimo
desperdiciad manojos
de industria perdedizos,
llenadla el delantal,
y servira su lino
de mesa que al Amor
ponga en manteles limpios.
Si la sed rigurosa
agravios del estío
formase, id a las fuentes
del bosque más vecino,
brindadla, mis zagales,
con su raudal nativo,
que es Melec mi Rut bella,
y así beberá frío.
Si el rústico vinagre
y el fruto del olivo
con líquidos abrazos
diere al calor alivio,
cuando mojéis el pan
rogadla comedidos,
llamadla diligentes,
servidla agradecidos.
Mirad que vive en ella
mi alma, y que consigo
me lleva el corazún
ganado por perdido.
Vase BOHOZ
GOMOR:
Picado va nueso amo.
LISIS:
Hagamos lo que dijo,
que Rut, Gomor, merece
del sol ser bello signo.
HERBEL:
¡Pluguiera a Dios que en ella
tuviera Bohoz un hijo
de quien nacieran reyes!
GOMOR:
Amor todo es principios.
Quillótrele una vez,
que siendo él mozo y rico,
y ella muchacha y bella
hecho va ya el partido. Vanse todos. Salen ELFÍ, NOHEMÍ y ASA
ELFÍ:
La hacienda que de Belén
llevaste a Moab pudiera
socorrerte. Ya te ven
pobre, Nohemí, y extranjera;
porque, si lo miras bien,
aunque ésta tu tierra ha sido,
no hay patria más natural
como la hacienda. Has venido
viuda, sola y sin caudal.
Fue avariento tu marido,
sus parientes despreció;
que te desprecien, Nohemí,
no te espantes.
NOHEMÍ:
Ya sé yo
que aunque a muchos socorrí
siempre en la arena escribió
sus cartas de obligación.
........................
........................
........................
........................
Deja razones prolijas,
con que mi pobreza corres,
y mis penas no corrijas;
que pues que no me socorres,
no será bien que me aflijas.
Mi sobrino solías ser,
pero ya lo negarás.
ELFÍ:
Estoy pobre, ¿qué he de hacer?
NOHEMÍ:
Rico me han dicho que estás.
ELFÍ:
Sustento hijo y mujer;
no he de quitárselo a ellos
para gastarlo contigo.
Adíos.
Vase ELFÍ
NOHEMÍ:
Vete, Asa, con ellos.
¡Ah tiempo, que del amigo
son el toque tus cabellos!
Tus canas y desengaños
me enseñan a no fïar
en deudos, que ha vuelto extraños
el interés, que a mudar
basta la cara y los años.
Si yo próspera viviera,
¡qué de deudos me cercaran!
¡Qué de parientes tuviera!
¡Qué de casas me hospedaran!
¡Qué reverenciada fuera!
Pero, en fin, si el no tener
es casi no ser, quien venga
en su patria a empobrecer
no se espante que no tenga
deudos, pues no tiene ser. Sale RUT
Sólo en Rut este argumento
ni tiene fuerza ni vale;
pues deja el reino opulento
y a ganar humilde sale
con su sudor mi sustento.
¡Cielo! Pagádselo vos,
pues yo no tengo con qué.
RUT:
Ya, madre, gracias a Dios
y al noble Bohoz, hallé
con que comamos las dos.
Tres celemines de trigo
traigo; ¿no he espigado bien?
NOHEMÍ:
Mil veces tu amor bendigo.
RUT:
Carne y pan traigo también,
querida madre, conmigo.
Asentáronme a su mesa
los piadosos segadores,
y entre su hambre y mi priesa
de los bocados mejores
para vos guardé una presa.
Venid, señora, a comer.
NOHEMÍ:
(¡Cielos! premiad tal virtud; (-Aparte-)
eternizad tal mujer!)
¿Y en qué hacienda pues, mi Rut,
quiso el cielo socorrer
tu trabajo y mi esperanza?
Dios a su dueño bendiga.
RUT:
De Bohoz es la labranza.
NOHEMÍ:
Déle Dios por cada espiga
más oro que Arabia alcanza.
RUT:
¡Ay, madre, que he visto en él,
de mi amado Masalón
la imagen mas viva y fiel
que pudo la imitación
fiar del mejor pincel!
¡Ay, madre, qué voluntad
le debo, aunque se la pago!
.........................
¡Con qué cariño y halago
cautivó mi libertad!
¡Ay, madre, que sus razones
están llenas de elocuencia,
de gusto sus bendiciones,
de autoridad su presencia,
de dicha sus persuasiones!
¡Ay, madre, que hablando obliga;
que enamora cuando ve;
que con su ausencia castiga!
¡Y, ay, madre, en fin, que no sé
qué tengo ni qué me diga!
NOHEMÍ:
Bendígale Dios, amén,
pues que a los vivos socorre
y a los muertos hizo bien.
Jamás el olvido borre
su memoria de Belén.
El pariente más cercano
era, mi Rut, de tu esposo,
porque era su primo hermano.
RUT:
En su talle generoso
le miro.
NOHEMÍ:
Por más anciano
hay otro deudo primero
que Bohoz, cuya obligación,
si atenerme a la ley quiero,
el nombre de Masalón
que en tí propagar espero
tiene de resucitar
dándote mano de esposo.
RUT:
No hará, madre, ese pesar
el cielo a mi amor piadoso.
Sólo a Bohoz ha de amar
por dueño suyo mi vida.
NOHEMÍ:
El cielo tu dicha ordena.
RUT:
Hoy a sus deudos convida
para una espléndida cena.
NOHEMÍ:
Costumbre es ya recibida
en Judá cuando se empieza
el agosto, que el senor
de las mieses, si riqueza
tiene, haga, a lo labrador,
alarde de su largueza.
Cenan todos en las eras,
y luego sirven de camas
las parvas, aunque groseras.
Mas pues limpiamente le amas
y el favor del cielo esperas,
él me debe de animar
para que cosas te diga
que esta noche han de añudar
lazos que el Amor bendiga
y alivien nuestro pesar.
Ven, que ya el cielo procura
contra la Fortuna atroz
despertar nuestra ventura;
pues sólo es digno Bohoz
de tu virtud y hermosura. Vanse las dos. Salen todos los pastores
LISIS:
¡Brava cena!
ZEFARA:
Cual su dueño.
HERBEL:
Bohoz es rico y liberal.
GOMOR:
No hay cena, Lisis, igual
como el vino para el sueño.
ASAEL:
Poderosamente habemos
cenado.
GOMOR:
Y mejor bebido.
Yo vengo medio dormido.
JABEL:
Parvas mullidas tenemos
libres de pulgas y chinches.
GOMOR:
No me cabe en la barriga
la cena, Lisis amiga.
LISIS:
Tal embutes cuando hinches.
GOMOR:
Buscar quiero do me acueste.
LISIS:
¡Cuál debes de estar!
GOMOR:
Ya ves
fayancas me hacen los pies. Sale BOHOZ
BOHOZ:
Amigos.
GOMOR:
Nueso amo es éste.
BOHOZ:
¿No es hora de reposar?
GOMOR:
Yo al menos a echarme voy.
BOHOZ:
Huésped esta noche soy
de las eras.
HERBEL:
Buen lugar
hay aquí sin que os ofenda
el cuidado y la ambición.
GOMOR:
Sea en vos la ejecución,
y echaos sobre vuesa hacienda.
BOHOZ:
Idos a dormir vosotros. A LISIS
GOMOR:
Rolliza y hermosa estáis.
¡Plega a Dios que no me hagáis
en sueño, Lisis, quillotros.
Vanse los segadores
BOHOZ:
Niño Amor, que por señal
de lo que los campos precias,
los de tu Chipre antepones
a las cortes opulentas.
Cuidadoso labrador
que esperanzas verdes siembras
y amorosos pechos labras
que después con llanto riegas;
tú, que las mieses sazonas
y arrancas después sospechas,
de pensamientos cizañas
con que tus frutos desmedran;
tú, que estando en posesión,
coges tu agosto y cosecha
en granos de hijos sabrosos,
siendo el tálamo tus eras,
labrador soy como tú;
una hermosa espigadera
trilla pensamientos castos
que ofrecen memorias tiernas.
Sopla manso y favorable,
limpia las aristas secas
de estorbos siempre enfadosos
que con tu trigo se mezclan.
Coja yo lícitos frutos
de la tierra más honesta
que tu heredad fertiliza,
que las memorias celebran.
Si en una mujer gentil
he de tener descendencia
de quien proceda el Mesías
que Israel tanto ha que espera,
sea Rut, piadoso Amor;
que si significa piedra,
en piedras hace señal
el arado de tus flechas.
¡Ay, sol del alma que alumbras!
¡Si en mi pecho amanecieras
y con tu vista alegraras
de mi pesar las tinieblas!
Sosegad, cuerpo, entretanto
que los pensamientos velan.
En las faldas de la noche
dormid, ojos, hasta verla.
Échase una parva de espigas y se duerme.
Sale RUT
RUT:
Los consejos de Nohemí,
madre en obras, aunque suegra,
sola y de noche me traen,
bien que enamorada honesta.
Durmiendo está aquí Bohoz;
costumbre dicen que es vieja
en las tribus de Israel
cuando algún varón intenta
casarse, en vez de la mano
y el sí que al libre sujeta,
cubrir con su misma capa
de su esposa la cabeza.
Ésta es ley del matrimonio
hebreo, en señal y muestra
que el marido es el abrigo
de la mujer casta y cuerda.
Buen testigo, Amor, sois vos,
que no lascivas quimeras
ofenden la honestidad
que limpia el alma conserva.
Persuasiones de Nohemí;
celestiales influencias
que en proféticos avisos
certifican sus promesas,
me traen, puesto que amorosa,
tan segura, que en ofensa
del honor que reverencio
le haré de mi vida ofrenda.
Temblando voy, Dios piadoso
de Israel, a quien confiesa
mi fe, libre del engaño
que idólatras almas ciega.
Sed vos conmigo animándome,
y en vuestras llamas eternas
abrasad mi casto amor,
pues que limpian y no queman.
A sus amorosos pies
reclinando la cabeza
cumplo, Nohemí, noble y sabia,
las leyes de tu obediencia.
Échase a sus pies y despierta BOHOZ
BOHOZ:
¡Válgame el nombre inefable
del Señor! ¿Quién me despierta,
y lo que soñando goza
el alma desasosiega?
¿Quién está aquí? De rodillas
RUT:
Yo, Bohoz.
Soy Rut, una esclava vuestra,
que en vuestro amparo segura
su honra y vida os encomienda.
El pariente más propincuo
sois en sangre y en nobleza
de mi esposo malogrado.
La ley de Moisés ordena
que resucitéis su nombre;
pues murió sin descendencia,
honrad su posteridad
y cubridme la cabeza.
Con un cabo del gabán, le cubre la cabeza
BOHOZ:
Mil veces bendita tú,
pues que la piedad primera
con la segunda aventajas,
ejemplo de la belleza.
Agradézcate mi amor
con el alma y con la lengua
la elección que de mí hiciste,
cuando pudieras hacerla
de la juventud lozana
de Belén, de la riqueza
de Efratá, que tu hermosura
cuantos la habitan rindiera.
No niego de Masalón
el deudo y naturaleza,
pero hay otro más propincuo
en quien esa ley se emplea.
Levántanse
BOHOZ:
Propondréle tu virtud,
tan grande que la celebran
cuantos vecinos ampara
nuestra patria entre sus puertas.
Diréle su obligación.
Quiera el cielo y mi amor quiera
que asegure con un no
mi vida porque no muera.
Si me cede su derecho,
y el sí y la mano te niega
con todas las ceremonias
que dispone la ley nuestra,
pídame albricias Judá,
envidia Israel me tenga,
la fama mis dichas cante,
esculpa en bronces y en piedras
nuestro amor la eternidad,
porque el olvido no pueda
borrar con sus tristes sombras
nuestra historia alegre y tierna.
Ya el sol a su misma luz
saca a enjugar las madejas
que cada noche en el mar
lava cuando en él se acuesta.
Al interesado voy
a hablar de tu belleza.
BOHOZ:
Vuélvete a casa segura;
di mi contento a tu suegra,
que hoy tienes de ser mi esposa,
porque a un mismo tiempo tengan
mis trojes y mi esperanza
de trigo y de amor cosechas.
Galas de bodas prevén;
mas no es bien que las prevengas,
que si ansí me enamoraste,
ansí esposa es bien te vean.
Saldránte a echar bendiciones
nuestras matronas hebreas,
porque sea espejo suyo
la mejor espigadera.
RUT:
Si yo tuviera palabras
para agradecerte...
BOHOZ:
Deja
de amor exageraciones,
que la lisonja usa de ellas,
y dime ¿qué tanto me amas?
RUT:
Como el sol a su luz bella,
que no hallo ejemplo mejor
con que imitar mi pureza.
BOHOZ:
¿Serás mi esposa?
RUT:
Y tu esclava.
BOHOZ:
¿Querrásme sabia?
RUT:
Y honesta.
BOHOZ:
¿Mudaráste?
RUT:
Como un monte.
BOHOZ:
¿Ceñirásme?
RUT:
Como hiedra.
BOHOZ:
¿Tendrásme?
RUT:
Como a señor.
BOHOZ:
¿Llamarásme?
RUT:
Mi cabeza.
BOHOZ:
¿Recibirásme?
RUT:
En el alma.
BOHOZ:
¿Y guardarásme?
RUT:
Obediencia.
BOHOZ:
¡Qué gloria!
RUT:
¡Qué dulce vida!
BOHOZ:
¡Ay, mi sol!
RUT:
¡Ay, cara prenda!
BOHOZ:
Adiós, dulce esposa.
RUT:
Adiós.
BOHOZ:
Contigo voy.
RUT:
Tú me llevas.
Vanse los dos.
Sale GOMOR, corriendo tras LISIS. Luego más pastores
LISIS:
¿Estás loco?
GOMOR:
Estoy borracho.
LISIS:
¿Qué me quieres?
GOMOR:
Que me quieras.
LISIS:
¿Agora sales con eso?
GOMOR:
Agora salgo con ella.
Pardiós, Lisis de mi vida,
que soñaba...
LISIS:
Siempre sueñas.
GOMOR:
Que parías un muchacho,
con todas sus pertenencias;
pescudaba la comadre
cuyo es el niño, y tú mesma
entre los ayes del parto
con una voz de manteca
decías, "¡Ay! de Gomor,
su nombre quiero que tenga,
Gomor quiero que se llame,
Gomor le nombra su abuela."
y el rapaz que te imitaba,
la boquilla medio abierta,
en vez de decir, "gua, gua,"
decía, "go, go, denme teta."
Esto sé ha de ser verdad;
la mano y el alma venga,
que pues ya de mí pariste,
no casarte es desvergüenza.
LISIS:
Anda, vete en horamala.
GOMOR:
Para ti será mi hacienda,
para ti mi pegujar,
para ti mi buey y ovejas,
para ti el alma y la vida,
y para ti mi borrega
y estos brazos gomorriles. Abrázala
LISIS:
¡Ay, Dios! aquí de la siega,
que hurtan ladrones el trigo.
GOMOR:
No des voces.
LISIS:
¡Que se llevan
las gallinas!
GOMOR:
¡Oh, bellaca!
Bien sabéis guardar las vuesas. Salen los pastores con bieldos y horcas
JABEL:
¡Mueran los ladrones todos!
GOMOR:
Por mí, Jabel, mas que mueran.
HERBEL:
Todo este bieldo le encajo.
¿Qué es del ladrón que os altera?
LISIS:
No hay nadie; que me burlaba.
GOMOR:
Mamáronla.
ZEFARA:
¡Buena flema!
LISIS:
Por despertaros lo hice.
Sale ASAEL
ASAEL:
Segadores, buenas nuevas.
Hoy no habéis de trabajar,
que es día de boda y fiesta.
GOMOR:
¿Cómo?
ASAEL:
Nueso amo se casa.
LISIS:
¿Con quién?
ASAEL:
Con la espigadera.
GOMOR:
¡Miren si lo dije yo!
HERBEL:
¿Tan presto?
ASAEL:
Amor todo es priesa.
Vestida de labradora,
porque luzca su belleza,
como el sol entre las nubes,
flores vierte y rosas siembra.
Toda Belén la acompaña,
y de casa de su suegra,
Bohoz la lleva a la suya,
para que a la noche sean
las bodas.
LISIS:
Que buena pró
les haga.
GOMOR:
Que los dos vean
tataranietos y choznos
que en cuatro mundos no quepan.
ASAEL:
Todos han salido acá;
y con músicas y fiestas,
en competencia bailando,
los segadores se alegran.
LISIS:
¿Pues qué aguardamos nosotros?
Aquí traigo castañetas
como el puño.
GOMOR:
Y yo pulgares
que las arrojan más tiesas.
Mas, pues nueso amo se casa,
¿no haremos nosotros sendas
matrimoñaduras?
LISIS:
Digo
que soy tuya.
GOMOR:
Alto, pues, vengan
los dos puños.
LISIS:
Uno basta.
GOMOR:
No basta. Testigos sean
que me he casado a dos manos
cuantos están en las eras. Sale toda la compañía de labradores, y de las manos BOHOZ y RUT; sale NOHEMÍ; cantan y bailan los pastores
UNO:
"Ésta sí que se lleva la gala,
de las que espigaderas son.
Ésta sí que se lleva la gala,
que las otras que espigan non.
Viertan todos trigo
sobre la cabeza
digna de coronas.
TODOS:
De la espigadera.
UNO:
Echen bendiciones
que del cielo vengan
y a montones caigan.
TODOS:
En la espigadera.
UNO:
Alaben los cielos,
celebre la tierra,
coronen los campos.
TODOS:
A la espigadera.
UNO:
Que ella es la primera
gloria del amor.
TODOS:
Y ésta si que se lleva la gala,
que las otras esposas non."
BOHOZ:
De Rut y Bohoz nació
Obed, y por línea recta
de Obed, Jesé, que fué padre
de David, rey y profeta.
de quien, decendiendo Cristo,
hace la memoria eterna
de Rut, que esta historia llama
la mejor espigadera.
Descúbrese un árbol, y en él la descendencia de David, desde Jesé hasta Bohoz