Acto I

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La chacra de DON NICOLA.

(A la derecha, fachada exterior de una casa sin revocar, de aspecto, si no ruinoso, sucio y desgastado. Una puerta y dos ventanas sin rejas, y sobre éstas, a todo lo largo de la pared, una hilera de casillas -el palomar- bastante pringosas. Junto a la ventana, en primer término, algunos cacharros con plantas cubiertas con lonas, por la helada. A la izquierda, construcción de adobe y paja, un rancho largo con dos puertas. Al fondo un gran pozo de balde de brocal bajo y un largo abrevadero en comunicación con el pozo por una canaleta; junto al pozo un baldecito manuable con una soga. Perspectiva amplia de terrenos de labranza, en la que deben notarse los manchones negros de la tierra recién arada. En las paredes del rancho y de la casa, colgados, arreos, sogas, piezas de hierro viejo, bolsas, etc., y por el suelo, en desorden, picos, palas, rastrillos, horquillas, una carretilla de mano, trozos de madera, un arado viejo, bancos, cacharros. Junto al rancho, en segundo término, un yunque con las herramientas adecuadas. Pleno invierno. Al alzarse el telón, los rayos del sol naciente empiezan a bañar la fachada de la casa.)


Escena I

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VICTORIA y MARÍA.

VICTORIA.- (Con traje tosco de invierno, gruesos botines y la cabeza envuelta en un rebozo, aparece por la puerta primera izquierda y se detiene en mitad de la escena, indecisa, como pensando que olvida algo.) ¡Ah!... (Vuélvese rápidamente hacia los tarros de plantas y comienza a destaparlos.) ¡Qué helada!...

MARÍA.- (Desde adentro, lejos.) ¡Oh, Victoria, Victoria!... ¿Es hora ya? ¿Está pronto eso?... (Tanto esta pregunta como la respuesta deben ser dichas en dialecto piamontés, si es posible.)

VICTORIA.- (Observando la altura del sol.) Sí, es hora. ¿Pongo la señal ya?

MARÍA.- ¿Cómo no?

(VICTORIA toma una bolsa del suelo, la engancha en una horquilla y va a colocarla sobre el brocal del pozo.)