La dulce voz que oímos todos los días

Poesías (1913) de Evaristo Carriego
LA DULCE VOZ QUE OÍMOS TODOS LOS DÍAS


¡Tienes una voz tan dulce!...
Yo no sé por qué será:
te oímos y nos dan muchas
ganas de quererte más.
Tienes una voz tan dulce
y una manera de hablar,
que aunque a veces tú también
estés triste de verdad
haces reir a abuelita
cuando ella quiere llorar.
¡Y ninguno sabe en donde
encuentras tanta bondad
para poder decir unas
cosas que nos gustan más! — ...
¡Si vieras como nos gusta!
No te habrás de imaginar
lo mucho que sufriremos

si tú nos dejas... Mamá
dice que cuando te cases
nos tendrás que abandonar,
y eso es mentira: ¿no es cierto
que nunca te casarás?
Nunca nos dejarás solos
porque eres buena ¿verdad?
¿Alguna vez has pensado
qué haremos si te nos vas?
¿No lo has pensado? Nosotros
ni lo queremos pensar.
Si tú te nos vas, ¿entonces
qué voz extraña vendrá
a decirnos esas cosas
que tú ya no nos dirás?
¿Nos hará olvidar tu voz
la voz que vendrá? ¿Lo hará?
¿Hará reir a abuelita
cuando ella quiere llorar?