La boda misteriosa I

El Museo Universal (1869)
La boda misteriosa I.

ALBUM POETICO.

LA BODA MISTERIOSA.



       I.

Grandes fiestas se celebran
en el castillo de Azara:
que el conde de Rosamora
con una princesa casa,
de la estirpe Claramonte,
ilustre y noble prosapia
que dio á Carlomagno triunfos,
a París grandeza gala,
á sus legiones guerreros,
á su corte hermosas damas,
y Pares de gran valía
a la bien guarnida Francia
Vióla el conde en un torneo
que el rey francés celebraba;
vióla el conde y fue su esclavo,
al punto que la mirara.

A los donceles franceses
lleva el amante la palma,
que amor alienta los pechos
de la gente castellana.
El vencedor tiene el lauro
que labró la bella Anarda,
y al recibir la corona
de las manos de la dama,
le dijo: «hermosa doncella,
espinas son las guirnaldas,
cuando victorias del brazo,
causan derrotas del alma.
Cambiara triunfos de amor
por los triunfos de la espada,
que el que venciere tu pecho,
no há menester mas batalla.

La doncella ha respondido:
agravio le hacéis á España,
si siendo noble y valiente
no teneis cautiva el alma.
Agravio conde le hacéis,
habiendo hermosuras tantas
en la cristiana Toledo,
y en la morisca Granada.
Libre soy, bella princesa,
por fortuna ó por por desgracia,
el conde la ha respondido
de hinojos puesto á sus plantas;
mas debe ser por fortuna
que rinda la bella Anarda
a quien rendir no pudieran
las hermosas que son gala,
de la cristiana Toledo,
y la morisca Granada.

Esto dijo, y una voz
gritóle en secreto: guarda
traidor conde, fementido,
que no te escuche Zoráida,
la mora de negros ojos
que encontraste, yendo á caza,
en las riberas del betis,
por los campos de Tablada.
Si en religión es morisca,
en ser leal es cristiana,
y en ser bella sobrepuja
a las bellezas gallardas
de la cristiana Toledo,
y la morisca Granada.

Guarda, guarda, falso conde,
que ya diste tu palabra,
y aunque la den sin testigos
los caballeros la guardan.

(Se continuará.)