ADVERTENCIA


SOBRE LAS EPÍSTOLAS SEGUNDA Y TERCERA


DEL APÓSTOL SAN JUAN.

No consta el lugar ni la data de esta segunda ni de la tercera carta de san Juan, que citan ya como del apóstol los Padres del siglo IV y V, y se hallan en todos los cánones antiguos de los libros del Nuevo Testamento. La caridad que en ellas tantas veces se recomienda, y el zelo ardiente que inspiran contra los hereges, manifiestan bien el carácter de su verdadero autor. Algunos creen que Electa, á quien se dirige esta segunda carta, quiere decir escogida ó cristiana; pero nos parece mas probable que es nombre propio.

EPÍSTOLA SEGUNDA
DEL APÓSTOL S. JUAN.
Exhorta á Electa y á sus hijos, cuya fé alaba, á perseverar constantes en la caridad, y á cautelarse de los hereges, permaneciendo en la doctrina recibida.

1 El presbytero á la señora Electa y a sus hijos, á los cuales yo amo de veras, y no solo yo, sino tambien todos los que han conocido la verdad,

2 en atencion á la misma verdad, que permanece en nosotros, y estará con nosotros eternamente.

3 Gracia, misericordia y paz sea con vosotros en verdad y caridad, de parte de Dios Padre, y de Christo Jesus, el Hijo del Padre.

4 Heme holgado en extremo, de haber hallado algunos de tus hijos en el camino de la verdad [1], conforme al mandamiento que recibimos del Padre celestial.

5 Por eso ahora, señora, te ruego, no ya escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el mismo que tuvimos desde el principio, que nos amemos unos á otros.

6 Y la caridad consiste, en que procedamos segun los mandamientos de Dios [2]. Porque tal es el mandamiento, que habeis recibido desde el principio, y segun el cual debeis caminar;

7 puesto que se han descubierto en el mundo muchos impostores, que no confiesan que Jesu-Christo haya venido en carne verdadera: negar esto, es ser un impostor, y un Antechristo.

8 Vosotros estad sobre aviso, para no perder vuestros trabajos [3], sino que antes bien recibais cumplida recompensa [4].

9 Todo aquel que no persevera en la doctrina de Christo, sino que se aparta de ella, no tiene á Dios, el que persevera en ella, ese tiene ó posee dentro de sí al Padre y al Hijo.

10 Si viene alguno á vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibais en casa, ni le saludeis [5].

11 porque quien le saluda, comunica en cierto modo con sus acciones perversas[6].

12 Aunque tenia otras muchas cosas que escribiros, no he querido hacerlo por medio de papel, y tinta, porque espero ir á veros, y hablar boca á boca, para que vuestro gozo sea cumplido.

13 Salúdante los hijos de tu hermana Electa.

  1. O perfeccion cristiana.
  2. Haciendo lo que nos manda, y creyendo lo que nos enseña.
  3. O el fruto de la fé y obras buenas.
  4. La cual solamente se dará á los que perseveraren en la pureza de la fé.
  5. Es un falso apóstol: tratadle como á un excomulgado.
  6. Pues da á entender que tiene poco horror á sus desórdenes, y que le apadrina.