La Odisea (Antonio de Gironella)/Canto Decimocuarto
CANTO DÉCIMOCUARTO.
ULISES Y EUMEO.[1]
Del puerto se separa el sabio Ulises
Y entre bosques, por ásperos senderos,
Y de aquesta manera pertrechado
Va á descansar en una oscura cueva
Taladrada entre rocas, dó del cierzo
Están sus animales resguardados.
- ↑ Este carácter de Eumeo, es otro de los grandes aciertos del autor ¡qué ejemplo de fidelidad y de cordura, de generosidad y de buen ccrazon! En general nos parece que en esta obra estraordinaria el carácter, si se puede decir, menos bueno es el del protagonista. En efecto, le vemos compuesto de tal mezcla de bueno y malo, que por mas que esforcemos el gusto no nos es fácil aprobarla; es sumamente religioso, pero miente á cada paso; es audaz hasta la imprudencia y otras veces llora a la vista del peligro. Piensa en su Penélope; pero se aviene con los lechos de Circe y Calipso, como que Higinio dice que de la primera tuvo un hijo que se llamó Teleganio; en fin, en el desenlace es bárbaro e implacable, pues al triste que se arroja á sus plantas desarmada, le responde sumergiéndole el acero en el corazon. Ya reflexionamos que en aquellas tiempos la virtud era el triunfo, y que este abonaba los medios que habia empleada; conocemos tambien que la situacion de Ulises era terrible siempre; pero tenemos presente al mismo tiempo que la poesía no debe servir mas que para lo bello, y no quisiéramos que los Bardos modernos tomasen por tipo un ejemplo tal. Todo lo que decimos de Eumeo, es aplicable á Euriclea , aunque con menos estension. Ya desde el principio del mundo lo bueno y lo malo han recibido su justa apreciacion.