La Celestina/Alonso de Proaza corrector de la impresión
Al lector La harpa de Orpheo e dulce armonía forçaua las piedras venir a su són, abríe los palacios del triste Plutón, las rápidas aguas parar las hazía. Ni aue bolaua mi bruto pascía, ella assentaua en los muros troyanos las piedras e froga sin fuerça de manos, según la dulçura con que se tañía. Prosigue e aplica Pues mucho más puede tu lengua hazer, lector, con la obra que aquí te refiero, que a vn coraçón más duro que azero bien la leyenda harás liquescer: harás al que ama amar no querer, harás no ser triste al triste penado, al que sin auiso, harás auisado: assí que no es tanto las piedras mouer. Prosigue No debuxó la comica mano de Neuio ni Plauto, varones prudentes, Tan bien los engaños de falsos siruientes Y malas mugeres en metro romano, Cratino y Menandro y Magnes anciano Esta materia supieron apenas Pintar en estilo primero de Athenas, Como este poeta en su castellano. Dize el modo que se ha de tener leyendo esta tragicomedia Si amas y quieres a mucha atención leyendo a Calisto mouer los oyentes, cumple que sepas hablar entre dientes, a vezes con gozo, esperança y passión, a vezes ayrado con gran turbación. Finge leyendo mil artes y modos, pregunta y responde por boca de todos, llorando y riyendo en tiempo y sazón. Declara vn secreto que el autor encubrió en los metros que puso al principio del libro No quiere mi pluma ni manda razón que quede la fama de aqueste gran hombre ni su digna fama ni su claro nombre cubierto de oluido por nuestra ocasión. Por ende juntemos de cada renglón de sus onze coplas la letra primera, las quales descubren por sabia manera su nombre, su tierra, su clara nación. Toca como se deuía la obra llamar, tragicomedia e no comedia Penados amantes jamás conseguieron d' empressa tan alta tan prompta victoria, como estos de quien recuenta la hystoria, ni sus grandes penas tan bien succedieron. Mas, como firmeza nunca touieron los gozos de aqueste mundo traydor, supplico que llores, discreto lector, el trágico fin que todos ouieron. Descriue el tiempo y lugar en que la obra primeramente se imprimió acabada El carro Phebeo después de auer dado mill e quinientas bueltas en rueda, ambos entonces los hijos de Leda a Phebo en su casa teníen possentado, quando este muy dulce y breue tratado, después de reuisto e bien corregido, con gran vigilancia puntado e leydo, fue en Salamanca impresso acabado.
TRAGICOMEDIA DE CALISTO E ME-
LIBEA. AGORA NUEUAMENTE REUI-
STA E CORREGIDA CON LOS ARGU-
MENTOS DE CADA AUTO EN
PRINCIPIO ACABASSE CON
DILIGENCIA STUDIO IM-
PRESSA EN LA INSIGNA
CIUDAD DE VALÉNCIA
POR JUAN JOFFRE
A XXI DE FEB-
RERO DE M
y. D. y. XIIII
ANOS.
Refranes y frases proverbiales
editarEl abad de do canta de allí viste,
Quien mucho abarca poco suele apretar,
Un solo acto no haze hábito,
Poco sabes de achaque de yglesia,
En achaque de trama, etc.,
Adivinar, que azotan,
El duro adversario entibia las yras e sañas,
Coger agua en cesto,
Meter aguja y sacar reja,
El axuar de la frontera,
En el aldigüela, más mal hay que suena,
Una alma sola ni canta ni llora,
Conciértame essos amigos,
El cierto amigo en la cosa incierta se conosce, en las adversidades se prueva,
Más vale ser buena amiga que mala casada,
Amor, con amor se paga,
El amor impervio todas las cosas vence,
¡Andar!, ¡passe!
Sacar aradores a pala e açadón,
Quien a buen árbol se arrima,
Do vino el asno verná el albarda,
Un asno cargado de oro sube ligero por una montaña,
Xo que te estriego asna coxa,
A la primera azadonada queréis sacar agua,
Cuando la barba de tu vecino vieres pelar, echa la tuya en remojo,
Uno piensa el vayo e otro el que lo ensilla,
Quien bien quiere a Beltrán, a todas las cosas ama,
Quien menos procura, alcança más bien,
Cierre la boca e comience abrir la bolsa,
Cada bohonero alaba sus agujas,
Dígole que se vaya y abáxasse las bragas,
¿Adónde yrá el buey que no are?,
A cabo de un año, tarde e con mal,
A cada cabo ay tres leguas de mal quebranto,
Al cabo estoy,
El que está en muchos cabos, está en ninguno,
Tomar calças de Villadiego,
Cada camino descubre sus dañosos e hondos barrancos,
Conciértame esos candiles,
Capa de pecadores,
Sobre la capa del justo,
En casa llena presto se adereça cena,
Nunca tú harás casa con sobrado,
Uno en casa y otro a la puerta,
Afeita un cepo y parecerá mancebo,
No terná cera en el oydo,
Por demás es la cítola en el molino,
Un clavo con otro se espele e un dolor con otro,
Entre col e col lechuga,
Mal me quieren mis comadres, etc.,
Riñen las comadres,
Tresquílanme en concejo e no lo saben en mi casa,
Toda comparación es odiosa,
A los flacos coraçones el dolor los arguye,
Quien me vido e quien me vee agora, no sé cómo no quiebra su coraçón de dolor,
Corderica mansa mama su madre e la ajena,
Tan presto se va el cordero como el carnero,
De ninguna cosa es alegre possesión sin compañía,
Ni ay cosa tan provechosa, que en llegando aproveche. Como la medicina de Fernando, que estaba en la botica y estaba obrando.
De cossario a cossario no se pierden sino los barriles,
Nunca mucho costó poco,
Múdanse costumbres con la mudança del cabello e variación,
Mudar costumbre es a par de muerte,
Tresquilar a cruzes,
Crié cueruo que me sacasse el ojo,
Questión de Sant Juan, paz para todo el año,
Ninguno da lo que no tiene,
La presta dádiva su efeto ha doblado. Acaso se acuerda el autor de los Proverbios de Séneca con la glosa, Sevilla, 1500, f. 8: «Dos vezes es agradescido quando se da lo que cumple y con voluntad se offresce.»
Día e victo e parte en parayso,
Los días no se van en balde,
Vale más un día del hombre discreto, que toda la vida del nescio,
Oyrá el diablo,
Vaya el diablo para ruyn,
A dineros pagados, braços quebrados,
Sobre dinero no ay amistad,
Todo lo puede el dinero,
Quando Dios quería,
Da Dios havas a quien no tiene quixadas,
De Dios en ayuso,
Dios os salve,
Dios te dé buena manderecha,
Más vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga,
Más vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga,
Dos a dos,
De los enemigos los menos,
Quien engaña al engañador,
A buen entendedor,
Quien yerra e se enmienda,
No arrendarle los escamochos,
Ya tienes tu escudilla,
Jamás el esfuerço desayudó la fortuna,
Ofrescer mucho al que poco pide es especie de negar,
La esperiencia e escarmiento haze los hombres arteros,
Estremo es creer a todos e yerro no creer a ninguno,
Cada uno dice de la feria como le va en ella,
Dize cada uno de la feria segund le va en ella,
Quanto mayor es la fortuna, tanto es menos segura,
La fortuna ayuda a los osados. El seudo Virgilio corriente dice: «Audaces fortuna iuvat, timidosque repellit.» El Virgilio auténtico: «Audentes fortuna iuvat.» Y así en el adagio vulgar latino de Terencio (Formio, I, 4) y Cicerón (Tusc., 2, 411). En Moreto, El Caballero, 2, 8: «La fortuna ayuda a los audaces.»
La fortuna ayuda a los osados,
Al freír lo verá,
Mucha fuerça tiene el amor,
Biva la gallina con su pepita,
No le arriendo la ganancia,
Una golondrina no haze verano,
Un solo golpe no derriba un roble,
Continua gotera horaca una piedra,
Nuestro gozo en el pozo,
El gusto dañado, muchas veces juzga por dulce lo amargo,
Cargado de hierro e cargado de miedo,
Con lo que sana el hígado enferma la bolsa,
Tenemos hijo o hija,
Al hilo de la gente,
A falta de hombres buenos, hicieron a mi padre alcalde,
Al hombre vergonçoso el diablo le traxo a palacio,
De los hombres es errar e bestial es la porfía,
El hombre apercebido, medio combatido,
Honrra sin prouecho, anillo en el dedo,
Honra y provecho no caben en un saco,
En hoto del conde no mates al hombre,
Tomar con el hurto,
Vaya e venga,
Las yras de los amigos siempre suelen ser reintegración del amor,
Pagar justos por pecadores,
Beber los kiries,
Lágrimas e sospiros mucho desenconan el coraçón dolorido,
Ir por lana y volver trasquilado,
Ir por lana y volver trasquilado,
El lobo es en la conseja,
De los locos es estimar a todos los otros de su calidad,
El loco por la pena es cuerdo,
O es loco o priuado,
Si la locura fuesse dolores, en cada casa auría bozes,
Llegar e recabdar,
Por mucho madrugar, no amanece más ayna,
Con mal está el huso, quando la barva no anda de suso,
Mal ageno de pelo cuelga,
Buenas son mangas passada la pasqua,
Un manjar solo continuo presto pone hastío,
Está en manos el pandero que lo sabrá bien tañer,
Es más cierto médico el esperimentado que el letrado,
De los discretos mensajeros es hazer lo que el tiempo quiere,
A mesa puesta,
A mesa puesta con tus manos lauadas e poca vergüença,
Vale más una migaja de pan con paz, que toda la casa llena de viandas con renzilla,
Mocedad ociosa acarrea la vejez arrepentida e trabajosa,
Del monte sale con que se arde,
Mueran e biuamos,
Mientras más moros, más ganancia,
El moço del escudero gallego,
A muertos e a ydos,
Los muertos abren los ojos de los que biuen,
Quando al mundo es o crece o descrece,
El mur que no sabe sino un horado,
A nuevo negocio nuevo consejo,
De las obras dudo, quanto más de las palabras,
Las obras hazen linaje,
Ay ojos, que de lagaña se agradan,
No es oro quanto reluze,
No es todo oro quanto amarillo reluze,
Guay de quien en palacio envejece,
Comer el pan con corteza,
Con su pan se lo coma,
No se le cueze el pan,
Pan e vino anda camino, que no moço garrido,
Picar el pan en el puño,
Adiós, paredes,
Las paredes han oídos,
Pequeña parte desparte conformes amigos,
Ninguna humana passión es perpetua ni durable,
No da paso seguro quien corre por el muro,
Mal pecado,
Quien peque e pague,
Mucho va de Pedro a Pedro,
Aunque muda el pelo la raposa, su natural no despoja,
Hazientes e consintientes merecen ygual pena,
Perdido es quien tras perdido anda,
A otro perro con ese huesso,
A perro viejo no cuz cuz,
A tal perra vieja,
El perro del ortolano,
Nunca más perro a molino,
Si me quebré el pie, fue por mi bien,
Como piedras a tablado,
Piedra mouediza nunca moho la cobija,
El plazer no comunicado no es plazer,
Que me plaze,
De lo poco, poco; de lo mucho, nada,
Buena pro haga las çapatas,
El propósito mucha el sabio,
A essotra puerta,
Cuando una puerta se cierra, otra se abre,
Si sabe mucho la raposa, más el que la toma,
Hacer raya en el agua,
Hablando con reverencia,
Al rey, me atengo,
A río buelto ganancia de pescadores,
Nunca faltan rogadores para mitigar las penas,
Quien sola una ropa tiene presto la envegece,
Ande la rueda,
Por demás es ruego a quien no puede haver misericordia,
Más es el ruydo que las nuezes,
Ruyn sea quien por ruyn se tiene,
La que las sabe las tañe,
Quien las sabe las tañe,
Al sabor y no al olor,
Malo es esperar salud en muerte agena,
A saluo está el que repica,
Aquel va más sano que anda por llano. Aquel va sano que anda por lo llano o aquel va más sano que anda por lo llano (CORR., 61).
Dize el sano al doliente: Dios te dé salud,
Serle ha sano,
Quitar a un sancto para poner en otro,
Echa otra sardina, que otro ruin viene,
A quien dizes el secreto das tu libertad,
Asaz es señal mortal no querer sanar,
Mala señal es de amor huyr e boluer la cara,
Quien a otro sirue, no es libre,
El seso al carcañal,
Irán allá la soga e el calderón,
Quiebra la soga por lo más delgado,
A gran subida, gran caída,
Quien torpemente sube a lo alto, más ayna cae que subió,
Al te sueño,
Decir el sueño y la soltura,
Tablilla de mesón, que para sí no tiene abrigo y dale a todos,
Los thesoros de Venecia,
Un testigo solo no es entera fe,
Al tiempo el consejo,
No se puede dezir sin tiempo fecho lo que en todo tiempo se puede fazer,
Quien tiempo tiene e mejor le espera, tiempo viene, que se arrepiente,
Todo tiempo pasado fue mejor,
Sin que las sienta la tierra,
Toman antes al mentiroso que al que coxquea,
Todo aquello alegra, que con poco trabajo se gana,
A un traidor dos alevosos,
Tres al mohíno,
No se toman truchas, etc.,
A tuerto o a derecho,
A tuerto o a derecho, nuestra casa hasta el techo,
Ser uña y carne,
Más vale prevenir que ser preuenidos,
Valiera más solo, que mal acompañado,
A tres me parece que va la vencida,
Si te vi, burleme,
Ni vieja castigues...,
Vieja escarmentada pasa el vado arregazada,
Quando el vil está rico, no tiene pariente ni amigo,
Vive comigo e busca quien te mantenga,
Como de lo vivo a lo pintado,
Yerro es no creer e culpa creerlo todo,
No se ganó Zamora en una hora,