Idilio espectral
Pasó en un mundo saturnal; yacía bajo cien noches pavorosas, y era mi féretro el Olvido... Ya la cera de tus ojos sin lágrimas no ardía. Se adelantó el enterrador con fría desolación. Bramaba en la ribera de la morosa eternidad, la austera Muerte hacia la infeliz Melancolía. Sentí en los labios el dolor de un beso. No pude hablar. En mi ataúd de yeso se deslizó tu forma transparente... Y en la sorda ebriedad de nuestros mimos, anocheció la tapa y nos dormimos espiritualizadísimamente.