Idilio bárbaro
Nervioso el cuello y anchurosa el anca,
populosa la crin, rudo el aliento,
con la nariz de par en par al viento
está la yegua montaraz y blanca.
Un relincho llenando la barranca,
anuncia el garañón hosco y violento
y la hembra en impúdico ardimiento,
del ancho pecho al resoplido arranca...
El fuego une a las bestias como un cincho:
al relincho responde otro relincho
bajo el sol de flamígeras guedejas...
Lleno el deseo, la hembra queda sola
describiendo una S con la cola
y pintando una V con las orejas...