IDEOLOGÍA : HÁBITO

La frecuente repetición de los mismos actos, independientemente del efecto momentáneo que ellos producen, deja en nuestros órganos una disposición que es lo que se llama costumbre ó hábito.

Esta costumbre es tal, que cuanto mas repetidos son los movimientos, son mas fáciles y rápidos, en cuyo caso son menos perceptibles, es decir, que la percepción que nos causan disminuye hasta desvanecerse, aunque el movimiento continúe siempre.

Esta capacidad de nuestros órganos de recibir una disposición permanente por una impresión pasagera es el origen de todos nuestros progresos, pues que sin ella no tendríamos absolutamente recuerdo alguno. Luego sin recuerdos todo progreso ulterior es imposible.

Pero es también el origen de nuestros errores, porque muchas operaciones intelectuales se ejecutan sin nuestra anuencia y llegan á ser innumerables, en cuyo caso es difícil que no se perjudiquen recíprocamente.






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