Hiere
de Fernando de Rojas

Lo que hiciste conmigo es un derecho,
y no puedo llamarlo de otro modo...
Me destrozaste el corazon ¡Bien hecho!
hiciste bien en destrozarlo todo-

Con esa garra de pantera hiciste
mi existencia menos amarga,
mi recuerdo punzante menos triste
y mi escabroza senda menos larga.

Tal vez yo nunca te hubiera perdonado
que en mi doliente corazon en ruinas
poco a poco me hayas sepultado
el puñal de tus frases asesinas.

No tu hundiste el puñal
la violencia te salva y te redime
¿que le queda a mi cariño?¡Nada!
¡Ni una frase de amor que te lastime!

Tuvimos un minuto de consuelo
un minuto nada mas, fue suficiente.
Me condujiste hasta el umbral del cielo
para hundirme en el abismo eternamente.

Y aqui estoy, con mi corazon en ruinas
el corazon en que tu pusiste aleve
el puñal de tus frases asesinas
que solo se redime por lo breve.

Cubre con el sudario del olvido
el cadaver de mi alma que aborreces.
Y olvida tu puñal, no has delinquido.
Los crímenes así no tienen jueces.