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Muerde, pasión horrible... muerde, clava

con ímpetu colérico tu diente

corvo, largo y agudo, en mi doliente

corazón hecho de encendida lava!


¡Muerde sin compasión!... ¡Tu inmunda baba,

de mi sangre refunde en el torrente!

Anonádame... acaba ya, serpiente,

de hacer pedazos mi existencia... ¡acaba!


Sí... no me martirices... no te enrosques a mi ser, cual se enroscan tus hermanas

a los troncos marchitos de los bosques!


Por piedad... ¡filtra tu mortal veneno!

Mas no te tornes en cenizas vanas... no vayas a morir...¡Vive en mi seno!