Fábulas en verso castellano/XVIII
Disputaron el agua y el espejo, y fue la riña del tenor siguiente. -ÉL: Yo, de genio duro, lo reflejo todo sin aprensión exactamente. -ELLA: Pues yo, con mi carácter blando, todo lo pinto a medias y jugando. -El defecto menor, el más pequeño tizne que manche un rostro, yo lo enseño. -La mancha enseñarás; pero, amiguito, hago yo más que tú, pues yo la quito. Enoja la desnuda reprimenda; dulce amonestación produce enmienda.