Dirigida a la amable niña doña Rosita Andriani y Palacios

A la ostra le dijo la sardina:
¿Qué se hace usted, vecina?
Por más que nado yo, por más que miro,
sólo en este rincón alcanzo a verla.
¿En qué se ocupa usted en su retiro?
-En criar una perla.


Esa perla eres tú, cándida ROSA.
¡Dichosa tú! ¡Dichosa
la niña a quien instruya
madre tan ejemplar como la tuya!