Fábulas en verso castellano/LXI
Miraba Calderón (no el de la Barca, sino el que fue ministro del monarca Don Felipe tercero), Rodrigo Calderón miraba, digo, un cementerio de Madrid un día, y en él halló un letrero cercano del umbral, que así decía: «Amigo y enemigo aquí en profunda paz reposan juntos.» -¡Ay! (Exclamó Rodrigo) ¡venturosos mil veces los difuntos!