Estancias: XXIX
Ignorado viajero que una mañana triste,
sobre la tierra-madre, para siempre dormiste
el eterno cansancio de tus días fatales:
hoy que la primavera nos devuelve su trino
de pájaro, su sol y sus rosas nupciales,
siento que algo de ti me hace dulce el camino,
me da sombra en el árbol y miel en los panales.