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{{sc|(Una plaza de la Ciudad Encantada. En el fondo se vea suntuosísimas casas al través de árboles, arbustos y flores. En el centro de la escena se ostenta un gran canelo de cuyas ramas pende un sinnúmero de objetos, como brazaletes, sortijas, zarcillos, aretes, prendedores, alfileres de oro y plata, llautos, sartas de llancas, trariloncos, huinchas de varios colores, repus, plumas de ave arregladas por manera que figuren flores y ramos, una multiforme vajilla de arcilla de varios colores, pequeñas redes y cestillos llenos de provisiones, flores y frutas. El oro y la pedreria reflejan los rayos del sol y alumbran toda la escena. Las veces de los rayos solares hará un reflector eléctrico ó luces de Bengala. En la copa del árbol reposa un flamenco ó un manque. Al rededor del arbol están sentados músicos, usando de respaldo el mismo tronco del árbol; sus instrumentos son: trutrucas, cuernos, flautas, trompetas, cultrunes, pitos de piedra y de madera. Formando un gran círculo, que tiene de centro al mismo canelo, se ven interpolados mancebos y doncellas vestidas con todo primor. Los varones visten calzones cortos azules y ribeteados, blusa blanca con mangas cortas, ulcos colorados, clavetados con oro, plata y pedrerías, ceñidor de llancas y trarilonco de huinchas coloradas, blancas y azules. Las mujeres llevan falda blanca que les llega hasta la rodilla, blusa colorada con mangas muy cortas, icla azul recamada de oro, plata y piedras relumbrantes y ribeteada de huinchas blancas, azules y coloradas. Todos andan descalzos, teniendo sólo sandalias de mimbre, aseguradas á los pies con cordeles torcidos de hebras azules, blancas y coloradas. Los hombres llevan el cabello recortado debajo de la oreja; las mujeres lo llevan suelto pero para que no caiga á la cara, tienen puesta una huincha que pasa por la nuca debajo del pelo y que remata en lazada sobre la cabeza. Llevan también las mujeres sartas de llancas al cuello y brazaletes; los hombres tienen puestos ramitos de flores en el ceñidor y en el trarilonco. Todos tienen trarinamúes. Por ambos lados de la escena se verán hombres y mujeres sentados en bancas cubiertas de elegantes pellejos ó tapetes tejidos; en primer término estarán sentadps hombres sobre pellejos tendidos en el suelo. Todos tienen vasos de diferentes formas confeccionados de oro, plata, madera, mármol, greda, cuerno y mimbre. Cada varón lleva sus armas de
(Una plaza de la Ciudad Encantada. En el fondo se vea suntuosísimas casas al través de árboles, arbustos y flores. En el centro de la escena se ostenta un gran canelo de cuyas ramas pende un sinnúmero de objetos, como brazaletes, sortijas, zarcillos, aretes, prendedores, alfileres de oro y plata, llautos, sartas de llancas, trariloncos, huinchas de varios colores, repus, plumas de ave arregladas por manera que figuren flores y ramos, una multiforme vajilla de arcilla de varios colores, pequeñas redes y cestillos llenos de provisiones, flores y frutas. El oro y la pedreria reflejan los rayos del sol y alumbran toda la escena. Las veces de los rayos solares hará un reflector eléctrico ó luces de Bengala. En la copa del árbol reposa un flamenco ó un manque. Al rededor del arbol están sentados músicos, usando de respaldo el mismo tronco del árbol; sus instrumentos son: trutrucas, cuernos, flautas, trompetas, cultrunes, pitos de piedra y de madera. Formando un gran círculo, que tiene de centro al mismo canelo, se ven interpolados mancebos y doncellas vestidas con todo primor. Los varones visten calzones cortos azules y ribeteados, blusa blanca con mangas cortas, ulcos colorados, clavetados con oro, plata y pedrerías, ceñidor de llancas y trarilonco de huinchas coloradas, blancas y azules. Las mujeres llevan falda blanca que les llega hasta la rodilla, blusa colorada con mangas muy cortas, icla azul recamada de oro, plata y piedras relumbrantes y ribeteada de huinchas blancas, azules y coloradas. Todos andan descalzos, teniendo sólo sandalias de mimbre, aseguradas á los pies con cordeles torcidos de hebras azules, blancas y coloradas. Los hombres llevan el cabello recortado debajo de la oreja; las mujeres lo llevan suelto pero para que no caiga á la cara, tienen puesta una huincha que pasa por la nuca debajo del pelo y que remata en lazada sobre la cabeza. Llevan también las mujeres sartas de llancas al cuello y brazaletes; los hombres tienen puestos ramitos de flores en el ceñidor y en el trarilonco. Todos tienen trarinamúes. Por ambos lados de la escena se verán hombres y mujeres sentados en bancas cubiertas de elegantes pellejos ó tapetes tejidos; en primer término estarán sentadps hombres sobre pellejos tendidos en el suelo. Todos tienen vasos de diferentes formas confeccionados de oro, plata, madera, mármol, greda, cuerno y mimbre. Cada varón lleva sus armas de