Diferencia entre revisiones de «Almagesto: Libro I - Capítulo 02»

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Es válido suponer que los antiguos tenían sus primeras nociones sobrede estos tópicos dedesde loslas siguientes tiposclases de observaciones. Ellos observaronObservaron que el Sol, Luna y otras estrellas eran trasladadastransportadas desde el este hacia el oeste a lo largo de círculos que siempre eran paralelos unos con los otros, que comenzaban a salir desde debajo de la Tierra misma, talpor comodecirlo fueraasí, yendo gradualmente hacia arriba, luego manteniendo enluego de igualmanera estilosimilar una trayectoria circular y yendo hacia abajo, hasta caer en la Tierratierra, entonces,por porasí decirdecirlo, ellasellos desaparecían completamente, después, luego, se encontraban invisibles por algún tiempo, nuevamente salían de nuevo y se ponían, y [observaron] que los períodos de estos [movimientos], y también los lugares de las salidas y las puestas, eran, completamente, fijos y los mismos.
 
PrincipalmenteLo ellosque priorizanprincipalmente elles llevó al concepto de que una esfera era la revolución de las estrellas siempre visibles, que eran observadas en forma circular, y teniendo siempre tomandouna lugarubicación cerca de un centro, el mismo [para todotodas]. Por necesidad aqueleste punto comienzaes propiamente [para ellosellas] en el polo delde cielola esféricoesfera celestial: aquellas estrellas que estaban más cerca a él dando vueltasgiraban en pequeños círculos, aquellas que estaban mas allá describiendo círculos siempre mayores en proporción a su distancia, hasta que unose alcancellega laa una distancia dea las estrellas quelas lecuales comienzan a sonser invisibles. En este mismo caso, también, vieron que aquellas cerca de las estrellas siempre visibles encontrándosese hallaban invisibles por uncorto tiempo corto, mientras que aquellas mas alejadas encontrándosese encontraban invisibles por un largo período de tiempo, nuevamente en proporción [a sus distancias]. El resultado fue que en un principio ellos solamente tomaron la antedicha noción desde tales consideraciones únicamente,; pero desdea partir de entonces, dentroen desus susubsecuentes investigación subsiguienteinvestigaciones, encuentran quetodo cadalo otrademás cosade acordadaacuerdo con él, sino queabsolutamente todo fenómeno estaestá en contradicción paracon las nociones alternativas las cuales han sido propuestas.
Si uno supone que el movimiento de las estrellas toma lugar en una línea recta hacia el infinito, como algunas personas lo han pensado <ref name="Referencia 002"></ref>, ¿qué artificio podría uno concebir por el que podría causar, en cada una de ellas, parecer comenzar sus movimientos desde el mismo punto de partida cada día? ¿Como podrían las estrellas retornar si su movimiento es hacia el infinito? Si ellas no han retornando, ¿como podría no ser esto obvio?. [Sobre tal hipótesis], ellas deberían gradualmente disminuir su tamaño hasta que desapareciesen, de cualquier manera, contrariamente, estas son vistas más grandes en el mismo momento de su desaparición, en aquel instante [en que] ellas gradualmente son obstruidas y cortadas, tal como fuere, por la superficie de la Tierra.
 
Si uno supone que el movimiento de las estrellas toma lugar en una línea recta hacia el infinito, como algunas personas lo han pensado <ref name="Referencia 002"></ref>, ¿qué artificio podría uno concebir por el quecuál podríapueda causar, en cada una de ellas, pareceraparecer comenzarcomenzando sus movimientos desde el mismo punto de partida cada día? ¿Como podrían las estrellas retornar [hacia el mismo punto de partida] si su movimiento es hacia el infinito? Si ellas no han retornandovuelto [a tal punto], ¿como podría no ser esto obvio?. [SobreEn tal hipótesis], ellas deberían gradualmente disminuir su tamaño hasta que desapareciesen, de cualquier maneramientras, contrariamente, estas son vistas cada vez más grandes en el mismo momento de su desaparición, en aqueleste instante [en las que] ellas gradualmente son obstruidas y cortadas, tal como fuere, por la superficie de la Tierra.
Pero suponer que ellas son tipificadas tanto como suben desde la Tierra y tanto como son extinguidas nuevamente cuando caen hacia la Tierra, es una hipótesis completamente absurda <ref name="Referencia 003"></ref>. Aún si nosotros tuviéramos que admitir que el estricto orden en tamaño y número, sus intervalos, posiciones y períodos podrían ser restaurados por tal proceso al azar y de chance, que uno en la totalidad del área terrestre tiene una naturaleza de brillo, y en otra extinguiéndose, o suficientemente, que la misma parte [de la Tierra] brilla para un conjunto de observadores y se extingue para otro conjunto; y que las mismas estrellas están siempre brillando o extinguidas para algunos observadores mientras ellos no están aun unos para los otros: aún si digo, tuvimos que admitir todas esas ridículas consecuencias, ¿qué podríamos decir acerca de las estrellas permanentemente visibles, que ni se ponen ni salen?. Aquellas estrellas que están brillando y extinguidas deberían salir y ponerse para los observadores de cualquier lugar, mientras que aquellas para quienes no se encuentran brillando y extinguidas deberían estar siempre visibles para observadores de cualquier lugar. ¿Que causa podríamos asignar para el hecho de que esto no es así? Estaríamos seguros en no decir que las estrellas que están brillando y extinguidas para algunos observadores que nunca padecerían este fenómeno que para otros observadores. Aún es completamente obvio que las mismas estrellas salen y se ponen en ciertas regiones [de la Tierra] y no lo hacen para otros.
 
Pero suponer que ellas son tipificadasencendidas tantoa comomedida subenque desdesalen de la Tierra y tanto como sonnuevamente extinguidas nuevamentea cuandomedida que caen hacia la Tierra, es una hipótesis completamente absurda <ref name="Referencia 003"></ref>. AúnIncluso si nosotros tuviéramosfueramos quea admitirconcebir que el estricto orden en tamaño y número, sus intervalos, posiciones y períodos podríanpudieran ser restaurados por talun proceso al azarcasual y deal chance,azar; que unouna enarea laentera totalidadde della áreatierra terrestre tienetenga una naturaleza de brilloencender, y en otra extinguiéndosede extinguir, o suficientemente,mas bien que la misma parte [de la Tierra] brillase encienda para un conjunto de observadores y se extingueextinga para otro conjunto; y que las mismas estrellas estánestén siempre brillando o extinguidasapagadas para algunos observadores mientras ellosellas no están aun unos para los otros: aúnaunque, si digo, tuvimostuvieramos que admitir todas esasestas ridículas consecuencias, ¿qué podríamos decir acerca de las estrellas permanentemente visibles, que ni se ponen ni salen?. Aquellas estrellas que estánestan brillando y extinguidasapagadas deberían salir y ponerse para los observadores depor cualquiertodas lugarpartes, mientras que aquellas paralas quienescuales no se encuentran brillando y extinguidas deberían estar siempre visibles para observadores depor cualquiertodas lugarpartes. ¿Que causa podríamos asignar parapor el hecho de que esto no es así? Estaríamos seguros enSeguramente no decirdiremos que las estrellas que están brillando y extinguidas para algunos observadores que nunca padeceríanpadecerán este fenómeno que para otros observadores. Aún es completamenteabsolutamente obvio que las mismas estrellas salen y se ponen en ciertas regiones [de la Tierra] y no lo hacen para otros.
Sumariando, según lo de arriba, si uno asume algún movimiento, sea cual fuere excepto el esférico, sigue necesariamente para los cuerpos celestiales, que sus distancias, medidas desde ellos ascendiendo de la Tierra, deben variar, donde quiera que y como quiera uno suponga propiamente el lugar donde este situado. Por lo tanto los tamaños y las mutuas distancias de las estrellas parecerán variar para los mismos observadores durante el curso de cada revolución, dado que en un momento ellas deben estar a mayor distancia, y otras a menor. Aún vemos que tal variación no ocurre. El incremento aparente de sus tamaños en el horizonte <ref name="Referencia 004"></ref> es causado, no por una disminución en sus distancias, sino por las exhalaciones de humedad derivadas de la Tierra estando interpuesta entre el lugar desde donde nosotros observamos y los cuerpos celestes, justo tal como los objetos ubicados en el agua parecen mayores de lo que ellos son, y menores cuando se hunden, parecen más grandes.
 
Sumariando, según lo de arribaResumiendo, si uno asume algún movimiento, sea cual fuere, excepto el esférico, sigue necesariamente para los cuerpos celestiales, continúa necesariamente que sus distancias, medidas desde ellosellas ascendiendo de la Tierra, deben variar, donde quiera que y como quiera uno suponga propiamentela eltierra lugarpropiamente donde esteestar situadoubicada. Por lo tanto los tamaños y las mutuas distancias de las estrellas parecerándeben parecer variar para los mismos observadores durante el curso de cada revolución, dado que en un momento ellas deben estar a mayor distancia, y otras a menor. Aún vemos que tal variación no ocurre. El aparente incremento aparente deen sus tamaños en el horizonte <ref name="Referencia 004"></ref> es causado, no por una disminución en sus distancias, sino por las exhalaciones de humedad derivadasen detorno a la Tierra estando interpuesta entre el lugar desde donde nosotros observamos y los cuerpos celestescelestiales, justo taljustamente como los objetos ubicados en el agua parecen ser mayores de lo que ellos son, y menoresmas cuandobajo se hunden, parecen más grandes.
Las siguientes consideraciones también nos priorizan sobre el concepto de la esfericidad de los cielos. Ninguna otra hipótesis sino ésta puede explicar como las construcciones de los relojes de Sol producen resultados correctos; además, los movimientos de los cuerpos celestiales son los más “destrabados” y libres de todos los movimientos, y los movimientos más libres pertenecen entre medio de los planos de las figuras hacia el círculo y entre formas sólidas hacia la esfera, similarmente, de formas diferentes teniendo una limitación igual a aquellas con mas ángulos, siendo myores [en área o volumen], el círculo es mayor que [todas las otras] superficies, y la esfera mayor que [todos los otros] sólidos <ref name="Referencia 005"></ref>; [también] los cielos son mayores que todos los otros cuerpos.
 
Las siguientes consideraciones también nos priorizanconducen sobrehacia el concepto de la esfericidad de los cielos. Ninguna otra hipótesis sino ésta puede explicar como las construcciones de los relojes de Sol producen resultados correctos; además, losel movimientosmovimiento de los cuerpos celestiales sones losel más “destrabados”“destrabado” y libreslibre de todos los movimientos, y losel movimientosmovimiento más libreslibre pertenecenque perteneciente entre medio dedel los planosplano de las figuras hacia eldel círculo y entre las formas sólidas haciade la esfera, similarmente, dedado formasque las diferentes teniendoformas unatienen limitaciónun límite igual a aquellas con mas ángulos, siendoson myoresmayores [en área o volumen], el círculo es mayor que [todas las otras] superficies, y la esfera mayor que [todos los otros] sólidos <ref name="Referencia 005"></ref>; [también] los cielos son mayores que todos los otros cuerpos.
Además, uno puede lograr este tipo de noción de ciertas consideraciones físicas. Ej., el éter es, de todos los cuerpos, el único con partes constituyentes que son las más finas y más parecida a cualquier otra; ahora los cuerpos con partes como cualquier otra tienen superficies con partes como cualquier otros; pero las únicas superficies con partes como cualesquiera otras son las circulares, entre planos, y las esféricas, entre superficies tridimensionales. Ya que el éter no es un plano, sino tridimensional, este sigue a aquel siendo esférico en forma. Similarmente, la naturaleza formada toda terrenalmente y cuerpos corruptos deformes que son redondos pero de partes diferentes, pero todos los cuerpos etéreos y divinos sin forma que son de partes parecidas y esféricas. Si ellos fueran chatos o de forma de discos <ref name="Referencia 006"></ref> nunca podrían mostrar una forma circular para todos aquellos observándolos simultáneamente desde lugares diferentes de la Tierra. Por esta razón es válido de que el éter que los rodea, siendo también de la misma naturaleza, es esférico, y porque de su parecido en sus partes se mueve de manera circular y uniforme.
 
Además, uno puede lograr esteesta tipoclase de noción dedesde ciertas consideraciones físicas. Ej., el éter es, de todos los cuerpos, el único con partes constituyentes que son las más finas y másbastante parecidaparecidas aunas cualquiercon otraotras; ahora los cuerpos con partes como cualquier otraotro tienen superficies con partes como cualquier otrosotro; pero las únicas superficies con partes como cualesquiera otrasotra son las circulares, entre planos, y las esféricas, entre superficies tridimensionales. YaDado que el éter no es un plano, sino tridimensional, estese siguededuce a aquel siendo esféricoque entiene forma esférica. Similarmente, la naturaleza formada todapor terrenalmentetodos ylos cuerpos terrestres y corruptos deformessin queforma los cuales son redondos pero de partes diferentes, pero todos los cuerpos etéreos y divinos sin forma quelos cuales son de partes parecidas y esféricas. Si ellos fueran chatos o de forma de discos <ref name="Referencia 006"></ref> nunca podrían mostrar una forma circular para todos aquellos observándolos simultáneamente desde lugares diferentes de la Tierra. Por esta razón es válido de que el éter que los rodea, siendo también de la misma naturaleza, es esférico, y porque de su parecido en sus partes se mueve de manera circular y uniforme.
 
=='''Notas de referencia'''==
{{listaref|refs=
<ref name="Referencia 001">Ver Pedersen 36-7.</ref>
<ref name="Referencia 002">De acuerdo con el comentario de Theon (Roma II 338) esta creencia era Epicúrea, peroaunque no conozco otra evidencia. Otro pasaje único pasaje relevante aparece en Xenophanes, Diels-Kranz A41a (el Sol realmente se mueve hacia el infinito). </ref>
<ref name="Referencia 003">Theon (Roma II 340) atribuye esto a Heráclito. De otra manera es declarado por Xenophanes (Diels-Kranz a38), y erafue admitido como una explicación posible porde Epicúreo (ej. “Cartas para Pythocles” 92) y de sus seguidores.</ref>
<ref name="Referencia 004">Ptolomeo se refiere al buen conocimiento de que el Sol y la Luna parecen mayores cuando están cerca del horizonte. ElAquí el da una incorrecta explicación física y óptica aquí. En un trabajo mas tardeposterior (“Óptica” III 60, ed. Lejeunde p. 116) él lo explica correctamente como un fenómeno puramente psicológico. ElSin noduda, sela hamedición convencidoinstrumental de quelos eldiámetros alargamientoaparentes esle enteramentehabía ilusorio, debido a las medicionesconvencido de losque instrumentosla deampliación loses diámetrostotalmente aparentesilusoria.</ref>
<ref name="Referencia 005">Estas proposiciones fueron probadas en un trabajo [hecho] porde Zenodorus (en los albores de la segunda centuria a. C., ver Toomer [1]) del cual extensivos extractos son dados extensivos extractos (también otros) por Theon (Roma II 355-79). Hay allí un buen sumario en “Heath” HGM II 207-13.</ref>
<ref name="Referencia 006"> El único pasaje relevante que conozco es el de Empédocles, Diels-Kranz A60, quién mantuvo que la Luna es de forma de disco.</ref>
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