Diferencia entre revisiones de «Conferencia en el Ateneo de Lima (ortografía RAE)»

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Línea 9:
Si los hombres de genio son cordilleras nevadas, los imitadores no pasan de riachuelos alimentados con el deshielo de la cumbre.
 
Pero no sólo hay el genio que inventa y el ingenio que rejuvenece y explota lo inventado; abunda la mediocridad que remeda o copia. ¡Cuánta mala epopeya originaron la ''Iliada'' iy la ''Odisea''! ¡Cuánta mala tragedia las obras de Sófocles y Eurípides! ¡Cuánta mala canción las odas de Píndaro y Horacio! ¡Cuánta mala égloga las pastorales de Teócrito y Virgilio! Todo lo bueno, todo lo grande, todo lo bello, fue maleado, empequeñecido y afeado por imitadores incipientes.
 
Siglos de siglos persistió la monomanía de componer variaciones sobre el tema greco-latino, y hubo en la literatura una Roma falsificada y una Grecia doblemente hechiza, porque todos miraban a los griegos con el cristal romano. Muchos quisieron seguir fielmente las huellas de latinos y helenos ¡como si tras del hombre sano y fuerte pudiera caminar el cojo que vacila en sus muletas o el hemipléjico que se enreda en sus mismos pies!
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A Catalina siguió José Selgas iy Carrasco. Después de publicar dos colecciones de versos, la ''Primavera'' iy el ''Estío'', Selgas descuidó la poesía iy se lanzó denodadamente a la prosa.
 
Con erudición superficial iy de segunda mano, con citas copiadas de controversistas franceses, emprende una cruzada contra Ciencia iy civilización modernas. Se manifiesta agresivo, cáustico, mordaz, sangriento, iy como todo hombre fácil en atacar, no sabe defenderse ni resistir cuando se ve acometido. Sirviéndose de armas que no maneja bien, trata de fulminar golpes mortales, iy deja todo el cuerpo a merced del enemigo. Aunque algunas veces aturda, jamás derriba, porque sus argumentos recuerdan los ruidosos pero inofensivos golpes con vejiga llena de aire. Estrechando mucho, s'se escurre como Voltaire, disparando un chiste.
 
Prescindiendo aquí de las ideas trasnochadas iy recalcitrantes, sería injusto negar a Selgas un injenioingenio móvil, sutil iy penetrante: acaso no haihay hombre más paradojal en España. N'No obstante, afanándose en rayar por agudo, peca más de una vez por incomprensible. Como abusa de l'la antífrasis, no sabemos si habla con seriedad o se burla de nosotros.
 
En él no hai sucesión lójica de juicios, sino agrupamiento de ideas por lo jeneral inconexas. Puede tijeretearse por acápites cualquier escrito de Selgas, introducirse los retazos en una bola de lotería, sacarles i leerles, con probabilidad de obtener un nuevo artículo. No posee la concentración, el mucho en poco, i lejos de arrojar centigramos de oro en polvo, descarga lluvias de arena. Selgas parece un Castelar desmenuzado i teñido de carlista.