Diferencia entre revisiones de «El rey que rabió»

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Línea 4190:
término, gran puerta que da al campo. A la izquierda, puerta que conduce al interior del castillo.
En segundo término derecha, puertecilla del cuerpo de guardia.
 
 
''Escena I''
 
 
Aparece la escena sola. Un centinela con capuchón
se pasea por la muralla. Empieza a
amanecer. Preludio y diana. Cruzan la escena
varios soldados.
 
 
''Escena II''
 
 
EL REY y El GENERAL.
 
 
'''Hablado'''
 
 
El General
 
Señor, ¿Cómo habéis pasado la noche?
 
 
El Rey
 
Perfectamente. He dormido como un lirón.
 
 
El General
 
¡Os envidio! Yo, en los tres días que llevamos
en este cuartel, no he podido pegar
los ojos. ¡Estas camas son infernales!
 
 
El Rey
 
Pues culpa tuya es: si hubieras procurado
para el ejército más comodidades, ahora
disfrutarías de ellas.
 
 
El General
 
Tenéis razón, señor: yo os aseguro que,
en cuanto volvamos a la corte, lo primero
que propondré en Consejo será el
decreto siguiente: la cama del soldado
se componga de tres colchones de lana
y dos almohadas de pluma. Artículo segundo:
el rancho será nutritivo, suculento
y variado. Variado sobre todo. ¡Estoy
de patatas hasta aquí!
 
 
El Rey
 
Pero, hombre, ¿también te quejas del
rancho?
 
 
El General
 
No, de lo que me quejo es del estómago.
 
 
El Rey
 
¡Qué delicado eres!
 
 
El General
 
Decidme, señor, ¿pensáis que permanezcamos
aquí muchos días más?
 
 
El Rey
 
Ya veremos. Por ahora me encuentro bien.
 
 
El General
 
(¡Dios mío de mi alma!)
 
 
El Rey
 
Soy feliz haciendo esta vida de simple soldado.
Te aseguro que nunca me he divertido
más.
 
 
El General
 
(Yo sí que estoy divertido.)
 
 
El Rey
 
Y tú no tienes motivo para estar quejoso.
El Capitán, atendiendo a tus años de servicio,
ya ves que te ha encargado de la instrucción
de reclutas. ¿Qué más quieres?
¿No te hace gracia?
 
 
El General
 
Absolutamente ninguna.
 
 
El Rey
 
Pues a mi sí. Lo único que me molesta son
tus continuas observaciones: «Señor, no hagáis esto, señor, no hagáis lo otro». Eso
es capaz de aburrir a cualquiera.
 
 
El General
 
Pero…
 
 
El Rey
 
Salí de Palacio para hacer lo que me diese
la gana, no para estar, como allí, obligado
a guardar ciertas formas y a tener ciertas
consideraciones. Te aseguro que me pesa
el no haber venido solo.
 
 
El General
 
Gracias, señor. (Y ese Gobernador sin llegar.
¿Si no habrá recibido mi aviso?)
 
 
El Rey
 
Ahí viene nuestro Capitán. ¡Cuidado con
la menor indiscreción!
 
 
''Escena III''
 
 
Dichos y EL CAPITÁN.
 
 
El Capitán
 
(Como riñendo con alguien que está dentro,
sale del cuerpo de guardia.)
¡Al calabozo inmediatamente! ¡No tolero
la más pequeña falta en el cumplimiento
del deber! ¿Qué hacéis aquí vosotros?
 
 
El Rey
 
A la orden, mi Capitán. (Cuadrándose militarmente.)
(Cuádrate, General.)
 
 
El General
 
¡A la orden! (Cuadrándose.) (¡Si yo te pillara
a mis órdenes!)
 
 
El Capitán
 
¿No sois vos el encargado de la instrucción
de reclutas?
 
 
El Rey
 
Sí, señor; éste es.
 
 
El General
 
Servidor.
 
 
El Capitán
 
¿Y estáis seguro de cumplir dignamente
esa comisión?
 
 
El General
 
Me parece que sí.
 
 
El Rey
 
Ya lo creo que la cumplirá. Eso, yo os lo
garantizo.
 
 
El Capitán
 
¡A callar! A ti no te lo pregunto. ¡Pues,
hombre!, me gusta la falta de respeto.
¡Cuidadito conmigo!
 
 
El General
 
(¡Anda, toma bromitas!)
 
 
El Rey
 
Perdonad, mi Capitán.
 
 
El Capitán
 
(Al GENERAL.)
¿Conocéis la nueva táctica del General
Consejero de la Guerra?
 
 
El General
 
¿Yo? (¡Preguntarme a mí si conozco una
obra que me ha costado tanto trabajo!)
 
 
El Capitán
 
¡Vamos, responded! ¿La sabéis, sí o no?
 
 
El General
 
Me la sé de memoria.
 
 
El Capitán
 
Pues ésa es la que hay que aplicar.
 
 
El General
 
Naturalmente, como que es la mejor que
se ha escrito.
 
 
El Capitán
 
¿Qué entendéis vos de eso? Esa táctica es un tejido de disparates. (EL GENERAL va a
contestar y EL REY le contiene.)
 
 
El Rey
 
(Te prohíbo que hables.)
 
 
El Capitán
 
¡Una sarta de desatinos!, pero no somos
nosotros los llamados a juzgarla. El Gobierno
ordena que se siga ésa, y ésa se
sigue. Quien manda, manda. (Toque de
corneta.) ¡Toque de instrucción! ¿No oís?
¡Vamos! ¡Pronto!
 
 
El Rey
 
(Saluda.) (¡Anda, General! ¡A desasnar reclutas!)
 
 
El General
 
(¡Qué cosas sufre un hombre por no presentar
la dimisión!
(Vanse por último término izquierda.)
 
 
''Escena IV''
 
 
EL CAPITÁN y luego JEREMÍAS, que sale por
el último término derecha.
 
 
El Capitán
 
¡Decir que es buena la táctica del General!
No puedo oírlo con calma. ¡La única
táctica posible es la que yo he escrito, la
que no han querido aprobar en Consejo!
(Pasea en segundo término de puerta a puerta.)
 
 
Jeremías
 
(Por el último término derecha.)
¿Qué toque habrá sido el que ha sonado
ahora? Cada vez que oigo la corneta me
echo a temblar. No soy capaz de entenderla
en toda mi vida.
 
 
El Capitán
 
¡Venirme a mí con tácticas! (Sigue gruñendo
y hablando entre dientes.)
 
 
'''Música (N.º 8) Diana'''
 
 
Jeremías
 
¡Tararí, tararí ¡Ti, ti!.. ¿Qué querrá decir
eso? Yo estoy confundido. Ayer, cuando
me presenté creyendo que tocaban a rancho,
resultó que tocaban a pienso. (Toque.)
¡Otra vez la cornetita! Nada, que no entiendo
ese toque.
 
 
El Capitán
 
Animal, ¿qué haces aquí? ¿No oyes que
llaman? (Le da un puntapié.)
 
 
Jeremías
 
Éste es el primer toque que he comprendido
perfectamente. (Vase por el último término
izquierda.)
 
 
El Capitán
 
No hay que darle vueltas: en este país el
verdadero mérito siempre está postergado.
(Vase primer término izquierda.)
 
 
''Escena V''
 
 
La escena sola un momento. Después el pelotón
de reclutas, el último de ellos, JEREMÍAS, dirigidos
por EL GENERAL, marcando el paso acompasadamente.
 
 
Atraviesan de izquierda a derecha
por el último término, sin detenerse, y diciendo a
compás en voz alta: «¡Un, dos! ¡Un, dos!».
 
 
''Escena VI''
 
 
CENTINELA, EL ALCALDE y ROSA.
 
 
El Alcalde
 
(Dentro.) ¡Sóo! ¡«Canela»! ¡Estate quieto,
«Morico»! ¡Vamos, mujer, apéate!, y
amarra ésa más lejos, que no estén las dos
bestias juntas. ¡Ajajá! (Entrando primer término
derecha.) Gracias a Dios que hemos
llegado. Ya estarás satisfecha.
 
 
Rosa
 
Sí que lo estoy
 
 
El Alcalde
 
El demonio que entienda a las mujeres:
cuando estabas al lado de Jeremías, no pagabas
su cariño más que con desprecios y desde que se lo trajeron al cuartel, no has
pensao más que en venir a verlo. Pues ya
estás aquí. ¡Qué contento se va a poner!
Y el muy bruto me aseguraba que tú no
le querías.
 
 
Rosa
 
No es tan bruto, tío.
 
 
El Alcalde
 
¡Qué ha de ser! Lo que hay es que tú le
tiés atontao. ¿Por dónde andará ahora?
¡Eh, militar!
 
 
Centinela
 
¿Qué hay?
 
 
El Alcalde
 
¿Sabéis de un soldado nuevo a quien llaman
por mal nombre Jeremías?
 
 
Centinela
 
No lo conozco. Buscad al Capitán y preguntádselo.
 
 
El Alcalde
 
¿Y por dónde anda el Capitán?
 
 
Centinela
 
Por allá dentro.
 
 
El Alcalde
 
Pues espérame aquí. Al momento salgo.
(Vase último término izquierda.)
 
 
''Escena VII''
 
 
ROSA sola.
 
 
'''Música (N.º 9) Arieta de Rosa y dúo'''
 
 
Rosa
 
Mi tío se figura
 
que por mi primo
 
vine aquí yo,
 
más no es por Jeremías,
 
que vengo sólo
 
por mi pastor.
 
 
Yo que siempre de los hombres me burlé,
 
yo que siempre de los novios me reí,
 
yo que nunca sus lisonjas escuché,
 
hoy en busca de mi amante vengo aquí.
 
Quiero ver si me ha olvidado el muy bribón,
 
quiero ver si sus palabras cumple fiel
 
y si guarda en su amoroso corazón
 
el amor que guarda el mío para él.
 
 
¡Ay, de mí! ¡Ay, de mí,
 
si acabaré llorando,
 
yo que siempre reí!
 
 
En mi pecho del amor jamás sentí
 
el inquieto y angustioso palpitar
 
más, si incauta entre sus redes me prendí,
 
¿qué he de hacer, si no lo puedo remediar?
 
¡No está bien que con engaño y sin rubor,
 
Atrevida, busque al novio en el cuartel,
 
pero es tanto mi cariño a ese pastor
 
que al infierno si es preciso iré por él!
 
 
¡Ay, de mí! ¡Ay, de mí!
 
Si acabaré llorando,
 
yo que siempre reí!
 
 
(Se queda pensativa junto al cuerpo de guardia.)
 
 
''Escena VIII''
 
 
ROSA y EL REY.
 
 
El Rey
 
(Mientras con los reclutas
 
él ocupado está,
 
me marcho alegre y solo,
 
con toda libertad.
 
Y luego… ¡que me busquen!
 
¡Ay, pobre General,
 
cuando mi carta lea,
 
qué salto va a pegar!)
 
(Se dirige resueltamente a la derecha.)
 
 
Rosa
 
(Sorprendida.)
 
¡Es él!
 
 
El Rey
 
¿Qué miro? ¡Rosa!
 
¡Feliz casualidad!
 
¿Tú aquí?
 
 
Rosa
 
Por Dios, prudencia,
 
que pueden observar.
 
En busca de mi primo
 
mi tío vino acá.
 
Y yo, sólo por verte,
 
le quise acompañar.
 
 
El Rey
 
¿Por mí?
 
 
Rosa
 
Por ti. ¿Lo dudas?
 
 
El Rey
 
¡Oh, qué felicidad!
 
¡El «sí» que fue mi encanto,
 
escuche una vez más!
 
 
Rosa
 
Siempre lo escucharás.
 
 
El Rey
 
Si es verdad que este pobre soldado
 
te inspira ese amor;
 
si por mí solamente has venido
 
venciendo el temor,
 
no te niegues a darme la prueba
 
que exijo de ti:
 
¡ven conmigo, seremos felices
 
muy lejos de aquí!
 
 
Rosa
 
¡Marchar contigo!
 
Calla, por Dios,
 
ni tú eres libre,
 
ni lo soy yo.
 
 
El Rey
 
¡Lazos odiosos
 
rompamos ya,
 
goza conmigo
 
de libertad!
 
Sin que nadie sospeche la fuga,
 
juntitos los dos,
 
de la dicha que amor nos ofrece
 
volemos en pos.
 
¡De mi puro cariño el tesoro
 
será para ti,
 
no vaciles, no dudes, no temas,
 
huyamos de aquí!
 
 
Rosa
 
(De su voz el acento amoroso
 
a mi alma llegó,
 
¡ay, de mí, que no puedo aunque quiera
 
decirle que no!)
 
En el bien que me ofreces confío,
 
no vivo sin ti,
 
no vacilo, no dudo, no temo,
 
marchemos de aquí.
 
Yo diera, atrevida,
 
mi vida por ti
 
 
El Rey
 
Al punto volemos,
 
marchemos de aquí
 
 
Los Dos
 
Felices seremos.
 
Al punto volemos,
 
marchemos de aquí.
 
(Vanse.)
 
 
''Escena IX''
 
 
EL GENERAL y RECLUTAS que pasan de derecha
a izquierda, lo mismo que antes, en sentido
contrario.
 
 
'''Hablado'''
 
 
El General y Reclutas
 
¡Un, dos! ¡Un, dos!
 
 
El General
 
(¡Y ese Gobernador sin venir!) ¡Un, dos!
¡Un, dos! (Vanse dentro.) ¡Alto! ¡Descansen!
 
 
El Alcalde
¡
Sobrino! (Dentro.)
 
 
Jeremías
 
¡Tío! (Ídem.)
 
 
''Escena X''
 
 
CENTINELA, EL ALCALDE y JEREMÍAS, entrando
en escena.
 
 
El Alcalde
 
Ha venido Rosa, que se ha empeñado en
venir conmigo sólo por verte.
 
 
Jeremías
 
¿Por verme a mí, eh? Por ver al otro sí que
habrá venido.
 
 
El Alcalde
 
¿A qué otro?
 
 
Jeremías
 
Al pastorcillo con quien bailó la otra noche
en el pueblo.
 
 
El Alcalde
 
Pero qué desconfiao eres. Ahora te convencerás:
vas a oír de la propia boca de
tu prima que está muerta por tus peazos,
peazo de bruto. Me paece que fue en este
patio donde yo la dejé esperándome. ¡Rosita!,
¡Rosa! ¿Dónde está esta chica? Pues
aquí fue, sí, porque ésta es la entrada del
cuartel y el mismo centinela. ¡Centinela!
 
 
Centinela
 
¿Qué ocurre?
 
 
El Alcalde
 
¿Sabéis dónde está esa muchacha que vino
conmigo?
 
 
Centinela
 
Hace poco salió de aquí con un recluta.
 
 
El Alcalde
 
¿Con un recluta?
 
 
Jeremías
 
¡Con el otro! ¿No os lo decía yo? ¡Maldita
sea mi…!
 
 
El Alcalde
 
Pero, ¿a dónde han ido?
 
 
Centinela
 
Yo que sé. Por esa puerta, hacia el campo
se fueron.
 
 
El Alcalde
 
¡Demonio! ¡No están las caballerías!
(Viendo desde la puerta.)
 
 
Jeremías
 
¿Lo veis?, se han escapado juntos.
 
 
El Alcalde
 
Voy a dar parte al Capitán inmediatamente.
Y a ella, en cuanto la coja, le pego una
paliza que la deslomo. (Vase puerta primer
término izquierda.)
 
 
Jeremías
 
Pues yo no me quedo así. Voy corriendo a
ver si los alcanzo. (Vase corriendo.)
 
 
''Escena XI''
 
 
EL GENERAL y después un CORNETA.
 
 
El General
 
Nada, nada, no aguanto más. Al Rey le divertirán
estas bromitas, pero a mí no me
hacen maldita la gracia.
 
 
Corneta
 
(Sí, éste es.) ¡Eh!
 
 
El General
 
¿Qué hay?
 
 
Corneta
 
Una carta que me han dado para vos, con
el encargo de no entregárosla hasta que
acabarais la instrucción.
 
 
El General
 
¡Una carta! ¿De quién?
 
 
Corneta
 
De un recluta que debe de estar bien de
dinero, porque me ha dado una buena
propina. Tomad.
 
 
El General
 
¿Qué será esto? (La abre.) ¡Letra del Rey!
Está bien, vete.
 
 
Corneta
 
Con dinero en la bolsa no hay más camino
que el de la cantina. (Vase último término
derecha.)
 
 
El General
 
(Leyendo.)
 
«Harto ya de tus consejos,
 
quiero hacer mi voluntad
 
y me voy lejos, muy lejos,
 
ansioso de libertad.
 
No intentes seguir mi pista,
 
pues a donde voy yo no aciertas.
 
General, hasta la vista.
 
Salud y que te diviertas».
 
Esto sí que no lo esperaba yo. ¡Ay, a mí
me va a dar algo! ¡El Rey solo por ahí!.
esto es imposible. Mi responsabilidad es
tremenda. Ha llegado ya el caso de descubrirlo
todo y de averiguar a todo trances
su paradero. ¡Capitán, Capitán! ¡A ver!
¡Aquí, inmediatamente! ¡Yo lo mando!
 
 
Soldado 1.º
 
¿Qué es eso?
 
 
Soldado 2.º
 
¿Qué pasa?
 
 
Soldado 3.º
 
¿Qué sucede?
 
 
El General
 
Al instante, que se me presente el Capitán.
 
 
''Escena XII''
 
 
Dichos, EL CAPITÁN, y EL ALCALDE.
 
 
El Capitán
 
¡Eh! ¿Qué voces son éstas?
 
 
El Alcalde
 
Éste es el compañero del recluta que se ha
escapao con mi sobrina.
 
 
El General
 
¿Qué decís? ¿No se ha escapado solo?
¡Esto es mucho peor! ¡Capitán! Necesito
inmediatamente un caballo y fuerza que
me escolte.
 
 
El Capitán
 
¿Qué dice este hombre?
 
 
El General
 
¿Sabéis quién es el que se ha fugado?
 
 
El Alcalde
 
¡Un granuja!
 
 
El General
 
¡Es el Rey!
 
 
El Capitán
 
¡El Rey! A este hombre se le ha subido el
vino a la cabeza
 
 
El General
 
¿Sabéis quién soy yo?
 
 
El Alcalde
 
¡Un borrachín!
 
 
El General
 
¡Soy vuestro General! ¡El Consejero de la
Guerra!
 
 
El Capitán
 
¡Buena la habéis cogido, buena! ¡Bonito
ejemplo vais a dar a los reclutas, vive
Dios!
 
 
El General
 
Os repito que…
 
 
El Capitán
 
Basta ya. A ver: cuatro hombres y que lo
conduzcan al calabozo.
(Se acercan los cuatro SOLDADOS.)
 
 
El General
 
¿A un calabozo a mí, a vuestro General?
 
 
El Capitán
 
Encerradle; que allí se le refrescará la cabeza a este loco.
(Se apoderan de él cuatro SOLDADOS y se lo
llevan violentamente.)
 
 
El General
 
¡Repito que soy el General! ¡Respetadme
todos, que soy el Consejero de la Guerra!
¡Que soy el General!
(Gritando. Vanse por último término izquierda.)
 
 
''Escena XIII''
 
 
El CAPITÁN y EL ALCALDE.
 
 
El Capitán
 
¡Vaya una manía que le ha entrado al hombre,
y qué mal vino tiene!
 
 
El Alcalde
 
(Angustiado.) Pero, decidme, Capitán, ¿qué
hacemos? Yo necesito saber dónde está mi
sobrina.
 
 
El Capitán
 
¿Y qué me importa a mí vuestra sobrina?
Al recluta, cuando vuelva, ya le daré yo su
merecido.
 
 
El Alcalde
 
¿Y si no vuelve?, ¿y si no se le encuentra?
 
 
El Capitán
 
Si no se le encuentra… se le castigará.
 
 
''Escena XIV''
 
 
Dichos y EL GOBERNADOR.
 
 
El Capitán
 
¡Eh! ¿Quién viene?
 
 
El Gobernador
 
¡Salud! ¿El jefe de este cuartel?
 
 
El Capitán
 
¿Qué deseáis? Yo soy.
 
 
El Alcalde
 
(¡Qué veo! Éste es el enviao del Gobiernos
que me dio el dinero para repartirlo.)
 
 
El Gobernador
 
¿No me conocéis? (En voz baja y acercándose
al CAPITÁN.)
 
 
El Capitán
 
No os conozco.
 
 
El Gobernador
 
¡Mirad! (Se desemboza y muestra la banda.)
 
 
El Capitán
 
¡La banda de Consejero! Estoy a vuestras
órdenes. (¿A qué vendrá aquí?)
 
 
El Gobernador
 
Oíd. Os supongo enterado de todo lo que
ocurre, por el General.
 
 
El Capitán
 
(¡Santa Bárbara bendita!)
 
 
El Gobernador
 
Me ha escrito para que venga a buscar al
Rey.
 
 
El Capitán
 
¡El Rey! ¡El General! ¿Luego eran ellos?
 
 
El Gobernador
 
¿Pero no lo sabíais?
 
 
El Capitán
 
Yo lo ignoraba todo y el Rey se ha escapado.
 
 
El Gobernador
 
¿Qué decís?
 
 
El Capitán
 
Y yo he mandado encerrar al General en
un calabozo, creyendo que no estaba en su
sano juicio al decirme quién era.
 
 
El Gobernador
 
¿Qué habéis hecho?
 
 
El Capitán
 
¡Una barbaridad! ¡Ahora lo conozco!
¡Tambor!, ¡corneta! ¡Qué toquen generala!
 
 
El Gobernador
 
Pero, el General, ¿dónde está?
(Se presentan algunos SOLDADOS.)
 
 
El Capitán
 
Acompañad a este señor y que pongan en
libertad al momento al jefe de reclutas…,
digo, al General…, digo…, no sé lo que
me digo… Id, id vos a sacarle. Yo no me
pongo en su presencia. (Tocan generala y
salen a escena el TAMBOR y ocho SOLDADOS
con armas. Vase EL GOBERNADOR.)
 
 
El Alcalde
 
Pero, ¿qué pasa?
 
 
El Capitán
 
Que el recluta que se fugó era el Rey en
persona.
 
 
El Alcalde
 
¡Mi sobrina acompañada por el Rey! ¡Qué
honra para la familia! Se lo voy a decir a
Jeremías. ¿Por dónde se habrá metido ese
muchacho?
(Vase por último término izquierda.)
 
 
El Capitán
 
¡A ver! ¡Soldados! ¡De dos en fondo!¡Armas
al hombro! ¡Media vuelta a la derecha! (Lo
ejecutan.) (Yo encuentro al Rey, vaya si lo
encuentro.) ¡Paso redoblado! ¡March!
(Saca la espada y se pone al frente. Vase con los
Soldados a tambor batiente.)
 
 
''Mutación''
 
 
''Intermedio''
 
 
'''Música (Nª 10 A) Coro de segadores'''
 
 
Telón de campo; las eras en estío.
 
 
Coro Interior
 
Alegres segadores,
 
sin miedo a las fatigas,
 
dispuestos al trabajo
 
al campo vamos ya.
 
El trigo nos ofrece,
 
doradas, las espigas
 
que luego nuestra mano
 
segura cortará
 
¡Vamos allá! ¡Vamos allá!
 
¡Tralará! ¡Tralará! (Se alejan.)