Epitafio (Zorrilla)
En el sepulcro de un niño
Nada queda de mí sobre la tierra:
el leve polvo que mi tumba encierra
convertirá el abril en frescas flores
y el cielo dió a mi alma eterno asilo.
Cristiano corazón, pasa tranquilo
junto a mi tumba: pasa, y no me llores.
FIN