Enciclopedia Chilena/Folclore/Medialuna, La

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La Medialuna
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-515/3
Título: La Medialuna
Categoría: Folclore


Medialuna, La.

Folk.

Campo deportivo en el cual se efectúan pruebas y competencias ecuestres, como el rodeo, el movimiento de la rienda, la amansadura, si bien en esta última, además de caballares, pueden utilizarse vacunos.

Aunque su forma total es la de un circulo, su nombre se debe a la línea de recorrido o medialuna de carrera de los jinetes participantes en el mencionado rodeo, el más destacado de los eventos que se practican en este recinto, cuyo diámetro es de 38 a 40 m. según la actual reglamentación, medida a la cual hay que añadir las restantes, incluídas en el pertinente dibujo ilustrativo.

La delimitación y cierre del espacio de tierra elegido para medialuna, se consigue mediante una empalizada de troncos o de durmientes de vía férrea, de 1,80 m. alto, siendo los segundos cada vez más usados por su duración y resistencia. En zonas cordilleranas todavía es posible encontrar, en reemplazo de dichos materiales, piedras superpuestas y unidas con barro, constituyendo cercas llamadas pircas, cuyas partes correspondientes a las atajadas están cubiertas de ramas, en lugar del mimbre tejido que se coloca en las pertenecientes a las de madera.

Además del sector ya señalado, causante de la denominación general del tema folklórico en referencia, existe el apiñadero, situado en el punto opuesto del centro de la carrera del rodeo y donde los participantes de éste tienen el primer encuentro con el novillo que deben atajar. En él entra cada animal por el toril, pasadizo de 60 a 70 cm. de ancho, de paredes de madera lo suficientemente altas como para evitar huídas o revueltas, y cuyo otro extremo comunica con el corral del ganado. Su cabida mínima es de 25 animales, y puede estar fuera o dentro de la medialuna.

Entre los dos lugares citados queda un espacio de observación y de preparación de los competidores del rodeo, que, a su vez, pasa a convertirse en la pista de los ejercicios del movimiento de la rienda.

En torno a la medialuna se levantan las localidades de los espectadores, resaltando por lo prominente la caseta del jurado, sobre el apiñadero, bajo la cual es común dejar un sitio especial para la actuación de los cantores que amenizan las justas camperas.

Esta especie arquitectónica folklórica está diseminada por todo el territorio nacional, y sin desconocer sus remotos antecedentes españoles, es válido afirmar que sus características actuales son consecuentes con un proceso de chilenización, bien consolidado a fines del siglo XIX, y con exactitud diferenciadas en el ámbito universal del deporte.