En presencia de Laura
El conservarte pura de mentira
y haberte siempre cuanto pude honrado
¡qué mal, ingrata lengua, me has pagado,
causándome tal vez vergüenza e ira!
En faz de Laura tu valor expira
para pedir merced, y o te has callado,
o imperfectas palabras balbuceando,
como de hombre que sueña o que delira.
¡Lágrimas tristes que la noche entera
fieles me acompañáis! ¿Por qué delante
de mi Laura no puedo desparciros?
¡Y vosotros, oh férvidos suspiros,
también enmudecéis de tal manera
que solo habla mi pálido semblante!