Elementos de economía política: 70


Capítulo XVIII : Del rendimiento general, producto en bruto y producto líquido. editar

    • I. Qué cosa sea el producto en bruto y el producto líquido.
    • II. El producto líquido no es idéntico ni a la renta ni al sobrante de las subsistencias que no sirven a las clases agrícolas, ni al arriendo, ni a la cuota del capital que representa el precio corriente de las tierras.
    • III. Una producción inteligente debe aspirar a obtener un producto líquido. Error de los filántropos en este punto.

§. III. Una producción inteligente debe aspirar a obtener un producto líquido. Error de los filántropos en este punto. editar

479. Con ocasión del producto en bruto y del producto líquido, se ha suscitado una contienda entre los economistas y los filántropos, que padecen por lo común el error de creerse capaces y entendidos por el mero hecho de proclamarse filántropos.
Los economistas, bajo el punto de vista económico, han sostenido que lo que hay que averiguar es el producto líquido. Esta proposición es evidente; solo el producto líquido, territorial o industrial, aumenta la riqueza social, riqueza indispensable para que el bienestar vaya cundiendo poco a poco, en perfecta igualdad de circunstancias por de contado, a todas las clases de la población que no desconoce el principio que hemos establecido.
480. Cuando se ve en un país a los hombres afanarse por cultivar un suelo ingrato, o exprimir un terreno feraz a fuerza de operaciones costosas, es señal de que ese país ha salido de las vías naturales de la economía, de que la población no está ya en él en armonía con el capital y el trabajo disponible, y es seguro que se afanará en vano hasta que vuelva a su barril natural; pero si para volver a este carril es preciso alterar la proporción que existe entre el trabajo y el capital, si es preciso reemplazar a los hombres con máquinas, si es preciso hacer praderas y expulsar labradores, ¿es por ventura la Economía política causa de estos tristes resultados? Ella ha manifestado el mal, como era su obligación; puede ayudar a hacer que sea más suave una transición, y a veces ha tenido la fortuna de conseguirlo; pero el filántropo, que niega la causa del mal, que aconseja la inconsiderada propagación de la especie humana, a fin de que los posesores del monopolio de las tierras vean crecer sus rentas en presencia de esa nube de comedores de patatas y de borona, el filántropo es entonces, según las palabras de M. Rossi [1], o un bobo o un tuno.
481. Con el producto líquido, haya o no haya renta con él, compran los cultivadores a los otros hombres los productos de la industria, del comercio, de las ciencias y de las artes. Cuantos menos hombres hay empleados en la labranza para producir las subsistencias necesarias a la población, más progresa la industria agrícola. El inventor del arado fue uno de los más grandes bienhechores de la humanidad.

  1. Ensayo sobre el principio de población, de Malthus. Introducción.