Elementos de economía política: 35


Capítulo VIII : Del capital (continuación). -Efecto de las máquinas y de las invenciones sobre la producción. editar

    • I. Oficio y ventajas de las máquinas.
    • II. Las máquinas no tienen más que un inconveniente.
    • III. La introducción de las máquinas es inevitable.
    • IV. De las circunstancias que compensan el inconveniente de las máquinas.
    • V. De las máquinas de la industria trajinera. De los caminos de hierro.

§. V. De las máquinas de la industria trajinera. -De los caminos de hierro. editar

255. El perfeccionamiento de las vías de comunicación disminuye, los gastos de producción y hace progresar la industria de un pueblo. Hay una relación íntima entre el desarrollo de las máquinas de la industria trajinera y el de las salidas, que se caracterizará cuando hablemos de la circulación de la riqueza. (Véase el capítulo XII.)
256. Nuestra época será notable en la historia, sobre todo por lo que ha perfeccionado las vías de comunicación: ríos, canales, caminos ordinarios, caminos de hierro [1]. Estos últimos especialmente deben contribuir a cambiar la faz del mundo.
257. En pos y en ayuda de esa fuerza formidable del vapor, que fue al mundo físico lo que la revolución francesa era, casi en la misma época, al mundo moral, los resultados que producen y deben producir estas nuevas comunicaciones son incalculables; algún día nos los dirá la estadística. Esperémonos a que sean imprevistos, extraordinarios. Las decenas de viajes llegarán a ser millares; ciertas aldeas serán grandes ciudades; algunas ciudades perderán su importancia; y acaso, como dijo el obispo de Orleans en la inauguración de aquel camino de hierro hasta París (1.º de Mayo de 1843), la Francia llegará a ser una inmensa ciudad, rodeada de gigantescos arrabales. Una agitación universal se imprimirá a las industrias locales; unas se reavivarán, al paso que desaparecerán otras; goces y dolores inesperados serán el resultado de las nuevas fases que seguirá la producción, tan radicalmente modificada por esos nuevos y poderosos órganos circulatorios; en suma, habrá decadencia en algunos pormenores, pero revivificación en el conjunto. Nada puede dar una idea de la misteriosa revolución que va a consumarse, ni siquiera los grandiosos efectos que, a fines del siglo pasado y a principios de éste, se produjeron en el hilado del algodón y en todas las industrias dependientes y similares: de ella será también causa primordial el vapor, y con el vapor la aplicación tan sencilla de dos carriles. Ya está dado el empuje: los Estados-Unidos, la Inglaterra y la Bélgica tienen, hace muchos años, surcado su suelo por esas nuevas vías de comunicación; la Alemania y la Rusia han entrevisto ya en ellas una enorme influencia; la Francia necesita apretar el paso si quiere ponerse a la cabeza de ese movimiento de las ideas, porque las ideas son lo que más principalmente recorre la tierra con el vapor de las locomotivas; los productos no figuran, digámoslo así, más que en segunda línea, y para muchos problemas, considerados hasta ahora como insolubles, se hallarán, no lo dudemos, soluciones inesperadas en los resultados obtenidos por las nuevas vías de comunicación.
258. Todo lo que hemos dicho de las máquinas es aplicable a los descubrimientos de cualquiera especie, a todos los procedimientos, de cualquier naturaleza que sean, y que tienen por objeto hacer las cosas mejor, más aprisa, y en resumen, más barato.

  1. Aunque el desarrollo de las vías de comunicación ha suscitado en estos últimos tiempos grandes problemas de trabajos públicos y de hacienda, la cuestión, bajo el punto de vista de la ciencia, no está todavía suficientemente madurada, y esto legítima la brevedad de nuestras consideraciones en estos Elementos.