Electra: 54
Escena XI
editarLos mismos, EVARISTA; tras ella la Superiora y dos Hermanas de La Penitencia; después PATROS.
EVARISTA.- ¿Qué ocurre, Máximo...? He sentido tu voz, airada.
MÁXIMO.- Este hombre... Venga usted, venga usted, tía. (Aparecen la Superiora y las Hermanas. Se alarma MÁXIMO al verlas.) ¡Oh!... ¡Esas mujeres!... (Llega PATROS del jardín presurosa.)
PATROS.- (Apenada, lloriqueando.) Señora, la señorita ha perdido la razón... Corre, huye, vuela, llamando a su madre... a los que queremos consolarla, ni nos oye ni nos ve.
EVARISTA.- (Avanzando hacia el jardín.) ¡Niña de mi alma!
MÁXIMO.- (Mirando el fondo.) Ya viene. (Suelta a PANTOJA y corre al jardín.)
PATROS.- El señor y el señor Marqués han logrado reducirla, y a casa la traen... (Aparece ELECTRA, conducida por DON URBANO y el MARQUÉS; junto a ellos MÁXIMO. Al ver a los que están en escena, hace alguna resistencia. Suave y cariñosamente la obligan a aproximarse. Trae el pelo y seno adornado con florecillas.)