Escena VII

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PANTOJA, oculto; ELECTRA, DON URBANO, el MARQUÉS, que vuelven de misa; PATROS, que sale de la casa.


ELECTRA.- (Adelantándose, coge a PATROS al pie de la escalinata.) ¿Ha venido?


PATROS.- No, señorita (Óyese canto lejano de niños jugando al corro en el jardín.)


ELECTRA.- Me muero de impaciencia. (Se quita el sombrero y los guantes y con el libro de misa los da a PATROS.) Esperaré jugando al corro con los chiquillos... Antes cogeré flores. (Coge florecitas eu el macizo de la izquierda.)


DON URBANO.- (A PATROS.) ¿La señora?


PATROS.- Dentro, señor.


MARQUÉS.- Vamos allá.


DON URBANO.- Después de usted, Marqués. (Entran en la casa. Tras ellos, PATROS.)


ELECTRA.- (Admirando las flores que ha cogido.) ¡Qué lindas, qué graciosas estas clemátides! (Sale PANTOJA: se asusta al verle.) ¡Ay!