Electra: 04
Escena III
editarEl MARQUÉS, DON URBANO; CUESTA, por el fondo.
CUESTA.- (Entra con muestras de cansancio, saca su cartera de negocios y se dirige a la mesa.) Marqués... ¿tanto bueno por aquí...?
MARQUÉS.- Hola, gran Cuesta. ¿Qué nos dice nuestro incansable agente...?
CUESTA.- (Sentándose. Revela padecimiento del corazón.) El incansable... ¡ay! se cansa ya.
DON URBANO.- Hombre, ¿qué me dices del alza de ayer en el Amortizable?
CUESTA.- Vino de París con dos enteros.
DON URBANO.- ¿Has hecho nuestra liquidación?
MARQUÉS.- ¿Y la mía?
CUESTA.- En ellas estoy... (Saca papeles de su cartera y escribe con lápiz.) Luego sabrán ustedes las cifras exactas. He sacado todo el partido posible de la conversión.
MARQUÉS.- Naturalmente... siendo el tipo de emisión de los nuevos valores 79, 50... habiendo, adquirido nosotros a precio muy bajo el papel recogido...
DON URBANO.- Naturalmente...
CUESTA.- Naturalmente, el resultado ha sido espléndido.
MARQUÉS.- La facilidad que nos enriquecemos, querido Urbano, la vida y e enciende en nosotros el amor de la vida y el entusiasmo por la belleza humana. Vámonos al jardín.
DON URBANO.- (A CUESTA.) ¿Vienes?
CUESTA.- Necesito diez minutos de silencio para ordenar mis apuntes.
DON URBANO.- Pues te dejamos solo. ¿Quieres algo?
CUESTA.- (Abstraído en sus apuntes.) No... Sí: un vaso de agua. Estoy abrasado.
DON URBANO.- Al momento. (Sale con el MARQUÉS hacia el jardín.)