El reloj de arena
EL RELOX DE ARENA.
¡Cuan rápida desciende
La arena ante mi vista;
Y cada leve grano
Lleva un mísero estado de mi vida!...
Tardes los juzga el Tiempo,
Y el curso precipita,
Y el frágil vidrio estalla
Entre las manos de la muerte impía:
Al viento arroja el polvo
Con bárbara sonrisa;
Y amor, gloria, ilusiones
Al borde de la tunaba se disipan...
¿Donde voló tui infancia,
Mi juventud florida,
Mis años mas dichosos,
Mis gustos, mis encantos, mis delicias?
Todo pasó cual sueño;
Todo finó en un dia,
Cual flor que al alba nace,
Y al trasmontar del sol yace marchita.
Mi corazón sensible
A la piedad divina,
A la amistad sincera,
Del amor á las plácidas caricias.
Abrió su incauto seno,
Exento de perfidia;
Y la maldad proterva
Clavó con sangre en él duras espinas...
¿Por qué, decid, crueles,
Desgarrar tan aprisa
La venda de mis ojos,
Que el fementido mundo me encubría?
Amar es mi destino,
Amar mi bien, mi dicha;
El cielo bondadoso
Para amar me dió un alma compasiva:
Si aborrecer es fuerza,
Trocad el alma mía;
Que el odio y la venganza
En mi pecho jamas tendrán cabida...
¡Así, Dios de clemencia,
Mis súplicas recibas
Con tu piedad, y enjugues
Las lágrimas que riegan mis mejillas!