Escena VI

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Dichos y SILVIA.


Silvia. -¡Lo he sorprendido!... ¡Qué vergüenza!... ¡José Antonio! ¡Qué vergüenza Pepito!...

José Antonio. -(Riendo.) ¡Has sentido celos!...

Silvia. -¡Ya lo creo! Yo venía toda regocijada a sorprenderla con mi regalo y me hallo con que mi puesto estaba ocupado... ¿Y por quién? ¡Tamaño gandul disputándome ternuras que ya sólo eran mías! Señora: Aquí tiene usted mi regalo y un beso nada más en castigo...

Rosario. -(Después de besarla.) ¡Oh! ¡Qué lindo ramo!

Silvia. -¡Ah! Y que lo cumplas muy feliz, y que vivas muchos años y... todo lo demás...

Rosario. -¿Cómo?

Silvia. -¡Hazte la desentendida!

Rosario. -¿De modo que se han acordado?

Silvia. -¡Ya lo creo!

Rosario. -¡Oh! ¡Qué buenos! ¡Qué buenos! (Llora.)

José Antonio. -Mamá ¿A qué vienen esas lágrimas?

Rosario. -¡Qué buenos!

Silvia. -Nada hacemos de extraordinario... Todos los años...

Rosario. -¡Ahora todo tiene un significado distinto!...

José Antonio. -Nada ha variado, ¿verdad, Silvia?

Silvia. -¡Nada!