Escena V editar

Dichos, menos TITI.


Rosario. -¿No quieres sentarte junto a mí?... Ven, estamos solos. Quiero decirte una cosa.

José Antonio. -¡Oh, no!... Si es para recordar asuntos desagradables no cuentes conmigo.

Rosario. -No es eso. Siéntate más cerca... Así. ¿Sabes lo que me figuraba hace un momento? Es en el fondo una tontería... Una alucinación de mi mente enferma... No te rías. Me figuraba que te habías vuelto niño... De ocho o diez años. Que estábamos en el jardín como en aquellos tiempos... Y me asaltó un deseo vehementísimo de tenerte junto a mí, apoyada la cabeza en mi falda, enrulándote los cabellos con mis dedos...

José Antonio. -(Sentándose a sus pies.) Así mamá.

Rosario. -¡Oh! ¡Gracias! ¡Así, así! (Le besa la frente con ternura.)