El médico a palos/Acto III/Escena VI
ESCENA VI.
DON GERÓNIMO. BARTOLO.
D. GERÓNIMO.
¡Vaya, vaya que no he visto semejante insolencia!
BARTOLO.
Esa es resulta necesaria del mal que ha estado padeciendo hasta ahora. La última idea que ella tenia cuando enmudeció, fue sin duda la de su casamiento con ese tunante de Alejandro, ó Leandro, ó como se llama. Cogióla el accidente, quedáronse trasconejadas una gran porcion de palabras, y hasta que todas las vacie, y se desahogue, no hay que esperar que se tranquilice, ni hable con juicio. D. GERÓNIMO.
¿Qué dice usted? Pues me convence esa reflexion.
(Saca la caja Don Gerónimo, y él y Bartolo toman tabaco.)
BARTOLO.
¡Oh! y si usted supiera un poco de numismática lo entendería un poco mejor..... Venga un polvo.
D. GERÓNIMO.
¿Con que luego que haya desocupado.....
BARTOLO.
No lo dude usted..... Es una evacuacion que nosotros llamamos tricolos tetrastrofos.