El gitano teólogo
Se fue a confesar un gitano ya de edad provecta y muy preciado de discreto.
El Padre le preguntó si sabía la doctrina cristiana.
-Pues no faltaba más sino que a mis años no la supiese -dijo el gitano.
Pues rece usted el Padrenuestro -dijo el confesor.
-Mire usted, Padre -contestó el gitano- no me avergüence preguntándome cosas tan fáciles. Eso se pregunta a los niños de la doctrina y no a los hombres ya maduros y que no tienen traza de ignorantes o de tontos. En punto a religión yo sé cuanto hay que saber. Hágame preguntas difíciles, morrocotudas, y ya verá cómo contesto.
-Bien está -dijo el padre.- Pues entonces responda usted: ¿Cómo es que, siendo Dios omnipotente y criador de cielos y tierras, consintió en hacerse hombre y en venir al mundo?
El gitano contestó sin titubear:
-Pues ahí verá usted.
-Y si N. S. Jesucristo no hubiera venido a salvarnos -prosiguió el Padre- y si no hubiera padecido pasión y muerte, ¿qué hubiera sido de nosotros?
-Hágase usted cargo -replicó el gitano.
Y el padre se quedó turulato al oír contestaciones tan llenas de sabiduría.