El general Caballero de Rodas
Conforme A nuestro propósito de hacer conocer á nuestros lectores los hombres notables de todas las esferas, opiniones y partidos, damos en el presente número el retrato del general Caballero de Rodas, quien á causa de habérsele conferido el mando del ejército de operaciones en Andalucía, ha ocupado Ja atención de la prensa y del público en general, en los pasados (lias. En estos ligeros apuntes nos concretaremos á los hechos de su carrera militar, para la que todos le reconocen ampliamente dotado de las necesarias prendas de valor y energía. Desde 1854, en que se hizo notar, á las órdenes del general Dulce, por su arrojo en la acción de Vicálvaro, de la que salió herido gravemente, su nombre comenzó á hacerse notorio, aumentando esta notoriedad su participación en la campaña contra los marroquíes. Desterrado por el anterior gobierno á la isla de Lanzarote á causa de los planes con que se preparaba la revolución felizmente llevada á término, se embarcó en el Vulcano, y pudo quedarse en Las Palmas, protestando el mal estado de su salud. De dicha ciudad salió con sus compañeros en la noche del lo de seliembré en el vapor Buenaventura, que le condujo á España, y á punto y ocasión de tomar la parte importante que le cupo en la memorable y gloriosa batalla de Alcolea, en la que pudo contribuir al ansiado triunfo que cambió la situación política de nuestra patria. Nombrado teniente general y director de artillería, el gobierno le confió el mando de capitán general de Andalucía y del ejército de operaciones en aquel territorio, en cuyo desempeño se han sucedido los graves acontecimientos que han ocupado la atención pública en estos dias, y que tanto han puesto á prueba las cualidades de un jefe militar. Concluida esta misión y disuelto el ejército, ha regresado á Madrid para encargarse de la dirección general que le había sido confiada, y en cuyo puesto tendrá ocasión de mostrar su pericia y conocimientos militares.