El dintel de la vida
Oh, la brega que jacta de viruta y de pieles!... Las espesas comadres mascan livianas prosas; Y en proverbiales éxodos, promiscuan las jocosas Diligencias, su carga, bajo los cascabeles... Ah, dicha analfabeta sin resabios, ni hieles! El rudo pan del Cielo sabe a tomillo y rosas. Ah, bañarse en la atónita desnudez de las cosas Y morir en los brazos de la buena Cibeles! Oh, mañana inefable de la Vida! Oh, la franca Risa como de leche de la conciencia blanca! Ante el alba inocente -no bien la noche fuga- Se abre, entre la yerba viciosa de sus calles, La dulce aldea: blanca violeta de los valles, Siempre dichosa y siempre buena porque madruga.