El desafío del diablo: 06

IV
​Primera parte de El desafío del diablo (leyenda tradicional, 1845)​ de José Zorrilla
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El viejo Don Lucas
á Córdoba fue;
su amigo el empírico
marchóse tambien.
Don Carlos habita
la quinta este mes,
y en ella se queda
Beatriz con él.

Su hermano es un hombre
nacido en Jerez,
que escupe torcido,
que mira á través,
que siempre murmura
de cuanto oye y ve,
y mas que su hermano
parece su juez.

Jamás de su parte
se quiso pone
ni de su convento
traspuso el dintel
durante su larga
dolencia cruel:
dijeran que el mozo
su sangre no es.

Doctor es en leyes,
y lo hace tan bien
que á toda la curia
la tiene en un pie:
no hay falsa escritura
ni falso poder
para el que legales
razones no dé.

El mas escribano
de cuantos se ven,
que saben un pleito
de un átomo hacer
con el siempre en falso
asienta los pies!…
que no hay quien alcance
su maña y dobléz.

Doctor es en leyes,
¡mas por san Ginés!
que nunca con nadie
guardó buena ley.
Calcule el discreto
cuán feliz va á ser
su cándida hermana
con este lebrel.

No su hermano,
su tirano
solo es;
un espectro que la espanta,
y do quiera se levanta
donde va á fijar los pies.

En su espía
transformado
noche y dia
va á su lado,
no la deja
por do quier.
No respira,
no oye ó mira,
nada intenta
que él no sienta,
que él no logre
oir y ver.

¿Qué hace en tanto
Beatriz?
sufre y calla.
Con su espíritu
batalla,
y en su llanto
melancólico
se ve bien que no es feliz.

¿Que hay oculto
que atormente
su alma cándida
inocente?
tal vez siente
su conciencia
la presencia
de un gusano
roedor?
Es el miedo
de su hermano
lo que causa su dolor?
no: es un vago pensamiento
sin contornos ni color,
que en mas hondo sentimiento
va cambiándose traidor.

Quiera Dios que no la halague
tan sutil y tentador,
que tras él la niña vague
hasta dar donde la trague
la honda sima del amor.