El cazador de paisajes
EL CAZADOR DE PAISAJES
Levantado
sobre tu dos piernas,
como la torre
en la llanura,
tu cabeza perfecta
cazaba paisajes.
Ya el sol,
último pez del horizonte.
Ya las colinas,
pequeños senos
cubiertos de vello
dorado.
Ya las balumbas
de nubes
heroicas,
ocultadoras
de las trompetas
del trueno.
Sobre la máquina
voladora,
o rodante,
o la torre
de tu cuerpo,
trasponías horizontes
absorbiendo
racimos
de formas
y colores.
Adherida a tu velocidad,
como la hoja
a la rueda,
lancé tímidas flechas
a tus paisajes soberbios.
Y sólo
pequeños
rincones de formas
recogió mi corazón
adormecido.