CAMP-FIRE

El tronco
se hizo llama
En la noche
de invierno.

Cien cabezas
humanas
tintadas
de rojo
anillaron
el fuego.

De una boca
cualquiera
brotó el hilo
del canto.

Acordada,
otra,
desovilló
sedosa
la palabra
rimada.

A pico,
la luna
caía
sobre el cenáculo

Negra,
bordeaba el mundo
el perfil
de una sierra.

Un mano
deseaba.

No la tuya:
la de Dios.

A su lado
caminar
en la noche
por las cuchillas
nevadas.