El amanecer (Longfellow)

EL AMANECER
(De Longfellow).


De la mar vino un viento
Que andando, andando
Dijo a las nieblas: «¡Nieblas!
¡Abridme campo!»

Y saludó a los barcos
Con altas voces:
«Marineros, afuera,
¡Que huyó la noche!»

Y subió costa arriba
Muy tierra adentro
Gritando: «¡Abrid los ojos!
¡Con el sol vengo!»

Y dijo al bosque: «¡Suelta
Tus mil murmurios!
¡Cuelga tus mil banderas
¡A mis arrullos!»

Y al pájaro del bosque
Sopló en las alas
Diciéndole. «Avecilla,
¡Despierta y cánta!»

Y al gallo del granjero
Luégo susurra:
«Vibra el clarín sonoro
¡Y al sol anúncia!»

Y a los maizales de oro
Rápido manda:
«Haced la venia, espigas,
¡A la mañana!»

Y en cada campanario
Clamando asoma:
«Oh campana, despierta,
¡Suena la hora!»....

Mas cruzó el campo santo
Con un suspiro
Murmurando: «Aún no es tiempo;
¡Dormid tranquilos!»