El Libro de la Virgen del Carmen : PREFACIO
Esta pequeña obra fue escrita en el año 1952; fue una de las primeras incursiones para hacer llegar la Sabiduría Gnóstica al pueblo, para contrarrestar la salida en astral que hacen los brujos y brujas para causar daños a terceros, ellos utilizan el poder de la fornicación para sus hechicerías.
Para aquellos días esta pequeña obra mortificó en extremo a muchos sacerdotes de distintas ramas del Cristianismo y por orden del V.M. Samael se suspendieron nuevas ediciones.
Con el transcurso del tiempo las cosas han cambiado en el campo religioso y todos vemos el camino a seguir sin tanto fanatismo. Hoy sale «LA VIRGEN DEL CARMEN» para consuelo del pueblo sufrido.
Desearíamos que los sabios y doctos también lean este pequeño libro, lo practiquen y comprueben aseveraciones del Maestro.
Para salir en astral debemos formar el cuerpo astral; este cuerpo tiene color luminoso. El Alma va protegida con ese cuerpo.
En la persona común y corriente que no sigue la castidad ese cuerpo es vaporoso, sin brillo y muy vago, el cual cambia totalmente cuando transformamos nuestra simiente en luz y fuego por medio de la magia amorosa o la transmutación de solteros.
El monte que habla la Biblia es el campo astral, una de las tantas dimensiones de nuestro planeta tierra.
Hay citas bíblicas tales como las relacionadas con el sacerdocio para que sepan los gnósticos lo que se requiere con ese fin. También aparece un facsímile de la carta de un arzobispo antioqueño, en que manifiesta que leer la Biblia, traducida por Cipriano de Valera, no implica pecado.
Como decíamos los tiempos han cambiado y seguirán cambiando para bien de los humanos.
La televisión y la radio nos permiten hablar sobre transmisión del pensamiento y el don de la ubicuidad, telepatía y proyección a distancia.
Por medio de la Química se enseña que la materia se transforma en energía, esto nos permite enseñar a los humanos a transmutar la simiente en luz y fuego.
La corriente eléctrica por medio de los alambres nos permite hablar sobre las corrientes magnéticas o pránicas para curar enfermos y muchas cosas más que nos facilitan dar nuestro conocimiento al pueblo que tanto lo necesita.
Nosotros los gnósticos le damos el nombre de RAM-IO a la Virgen María. Debemos amarla tal como lo hacemos con la madre carnal. Por medio de ella podemos desintegrar nuestros defectos que tanto daño le causan a nuestros informantes, los sentidos.
Nosotros vemos la verdad desfigurada porque nuestros sentidos son defectuosos y son defectuosos mientras permanezcamos llenos de defectos.
MAESTRO GARGHA KUICHINES