Discurso sobre el fomento de la Industria popular: 04
Capítulo II
Las manufacturas menores de seda, son aún más fáciles, y aunque requieren mayor aseo, hay tanto número de gentes ociosas por falta de ocupación en nuestras Ciudades y Villas, que podrían beneficiar de este género cantidades prodigiosas.
Si faltasen las primeras materias de seda y lana, habría alguna disculpa para no pensar en emplear las gentes en esta industria.
Las medias, la cintería, los encajes de seda y otras obras sueltas de este precioso género son proporcionadas a las mujeres y no distraerían hombre alguno del campo ni de los otros oficios pesados, que requieren fuerzas y resistencia.
Las familias nobles, dentro de sus casas ocuparían las señoras y las criadas en una tarea que les consumiría útilmente un gran tiempo que ahora pierden con menoscabo de su salud y aun de las costumbres.
Entre las limosnas que los Prelados, el clero y los ricos podrían aplicar a las familias, serían de gran provecho y ventaja los tornos, los telares y la corta enseñanza para la juventud, asalariando a los principios maestros y maestras de tales géneros.
Así como hay depósitos de trigo para socorrer al labrador, se podrían formar para copiar las primeras materias, dándolas fiadas a estas familias y tomándoseles el importe a descuento de las manufacturas que trabajasen.
Los comerciantes, a su imitación, podrían hacer el mismo bien y establecer una industria continua con que las gentes vivirían ocupadas, contentas y pudientes, y ellos nada perderían en tales anticipaciones.
Aun las virtudes cristianas y las morales se arraigarían con tan honesta ocupación; se desterraría la ociosidad y con ella un gran número de vicios.
Si nuestros políticos han descuidado estas fáciles máximas de gobierno, ¿con qué razón hacemos recaer en nuestras conversaciones y tertulias la culpa sobre la gente pobre, que ni tiene instrucción o ejemplo para conocerla, ni aun cuando lo entienda halla auxilios para poner en práctica tales pensamientos, que requieren talento, amor de la patria y fondos, además de una ardiente caridad y amor del prójimo?