Despedida (Palacio)
DESPEDIDA.
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Cual deja el ruiseñor la enamorada
Doncella de quien fué cautivo un día,
Trocando por el valle en que vivía
Tiernos halagos y prisión dorada:
Tal dejo yo vuestra amistad preciada,
Dulce consuelo de la pena mia,
Mi libertad buscando y mi alegría,
Únicos bienes de mi edad cansada.
Pronto entre brumas al perder el puerto
Soñaré con el puerto suspirado
De las iras del mar término incierto:
¡Voy á partir! Los que me habeis amado
Recibid estas lágrimas que vierto;
¡No tiene más que dar el desterrado!
Puerto Rico, 1868.