Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala/Tomo 1/Ysalco

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MAPA DEL CURATO DE YSALCO.

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Parroquia de Ysalco.

Desde el Pueblo de Caluco al de Ysalco hay dos leguas, rumbo de oriente a poniente con alguna inclinacion al norte; de manera que Sonsonate, Caluco, é Ysalco forman un Triangulo, cuya dilatacion es de dos leguas de un Pueblo á otro, el primero està al sur; el segundo al oriente; y el tercero al poniente, y todos con sus inclinaciones, el primero inclina al oriente, y los dos al norte; el camino es demaciado Molesto, y conciste en una vajada, y una suvida; y aunque muy tendidas, pero con vastante piedra, muchas aguas y vosques de arboledas, y matorrales por todas partes.

El Pueblo de Ysalco, ni tiene anexo alguno; antes bien con êl se componen dos Parroquias, que son una de los dolores, otra de la Asumpcion.

En la Parroq.a de los Dolores hay familias 933 con 3455 Person.s
En la de la Asumpcion hay familias 912 con 2212 Person.s
De que resulta haver en estas Parroq.s familias 1843 con 5667 Person.s
Entre las que se cuentan de Ladinos como doscientas treyta familias, con setecientas noveyta personas.

Esta administracion se halla â cargo de dos curas uno es de la de los Dolores llamado D.n Marcos Espino, y Albarado muy anciano, sordo, demaciado rustico, y nada à propocito; con cuio motivo se le destinò para compañero â D.n Pablo Valberde, encomendandole todo el cuidado de la Parroquia por haverme parecido ecclesiastico modesto, y humilde. Otro es el de la Asumpcion, que al presente se halla vacante, y servida interinam.te por D.n Antonio Fetriani, de edad como de treynta, y cinco años sobrado decidioso y satisfecho.

El Pueblo de Ysalco está sitiado en alto; y aunque hay muchas casas juntas, pero tambien hay muchissimas esparcidas, y metidas entre los arboles, y matorrales; Las Parroquias se dividen con una calle, que crusa por medio del Pueblo, que es muy dilatado; su terreno es de la misma calidad, que el de Caluco, pero tambien la gente; de manera que es fertil, y ameno el territorio para producir con abundancia todo genero de frutos; pero ningunos produce, y todo es matorrales, y vosque con poquissima cultura. El Ydioma materno es Mexicano Pipil; y aunque los mas entienden, y hablan el Castellano, no dexa aquel de ser necesario para la administracion de varias Personas que solamente saven el materno; Las rentas de estas Parroquias ascienden segun dicen los curas, la de los Dolores â 1200 pesos, y la de la Asumpcion á 1009 pesos. Haviendo incinuado el caracter de los curas, se deja entender el ningun aprecio, que merecen sus respuestas; pero para que no se hechen falta las pongo aqui, y se reducen las del cura de los Dolores; á que sobre vicios no hay cosa especial, y que està remediada la embriaguez, aunque de relance se enquentra algun ebrio; y que la sensualidad no es publica ni manifiesta.= Que le es muy trabajoso, que cumplan con los preceptos de confesar, y comulgar; pero que precisados unos, y castigados otros los cumplen; y que lo mismo le sucede para que oygan misa, y la doctrina christiana; y que los Padres ocultan à los Yndisuelos, por lo que hay muchos ignorantes de la doctrina, ô que no la saven cumplidamente.= Que hay escuela de Niños, â que concurren, como ciento; y que se les enceña la doctrina, â leer, y escrivir.= Y que no hay Ydolatria, ni supersticion alguna.= Y que entre los casados hay algunos tan perdidos por deudas, ô vicios, que se ausentan sin saverse su paradero.

El de la Asumpcion dice; que los escandalos y abusos son los comunes entre los Yndios; pero lo que se le hace mas reparable es la falta página 36B de acistir à misa en los dias de fiesta, y Domingos; y que esta falta se encuentra tanto en los Ladinos, como en los Yndios, y que mucho menos quieren acistir á la doctrina christiana= Y que un Ladino tiene escuela de Niños; pero que no enceña à los Yndios, ni estos dan providencia para que sus hijos tengan escuela. Hasta aqui los Curas. Sin pasar á reflexiones; para inteligencia del estado de estas Parroquias, y porque en ellos se ha descuvierto un nuebo desorden, que comprehende á las demas del Arzobispado, expondrê lo que hallê en ellas. La gente de ambos sexos, y de todas edades anda en tan torpe desnudez, que no puede verse sin horror; junta esta desnudez a la embriaguez y ociosidad hâ de tener abismado al Pueblo en todo genero de desordenes, y vicios, y esta es la fama comun de Ysalco.

En los libros de adminsitracion se hallan en el de Difuntos varios Niños de catorce, y aun de quinze años notados como Parbulos, y a quienes con este motivo no se les administrò sacramentos, cuyo mal es sobrado comun en la Diocesis de no administrar sacramentos, sino á los yá casados; vease con claridad escrito por el cura en la Parroquia de San Juan Zacatepeques. Por otro extremo se ven muchos casados en edad, que deve dudarse, si tienen la competente para casarse, sin que se pueda averiguar por los libros de administracion; por que assi en esta, como en quasi todas, ô en las mas Parroquias, apenas se hallarâ, sino mucho menos de la mitad de las partidas de los bautizados; y aun las escritas, unas sin firma; otras en letra que no se puede leer; otras con tales abreviaturas, borrados, y desorden, que apenas sirven para otra cosa que para deducir alguna cosa por congetura. En estas Parroquias, y en quasi todas, ô en todas se administra el Bautismo sin ritualidad, sin las seremonias de la Yglecia; no en los templos, sino en los xacales de los Yndios, sin necesidad para ello; y despues â los quatro, y seis meses se llevan al templo los Niños yâ bautizados, para que se les suplan las seremonias de la Yglecia; y haviendo querido reprimir este abuso, responden los curas, que no quieren los Padres que se bautizen sus hijos de otro modo; y estima esta causal por suficiente para una practica tan injuriosa â las disposisiones de la Yglecia, y aun temo, ô que se hace poco merito de mis decretos, ô que los jusgan como causa de que mueran algunas Criaturas sin bautizmo. Lo mismo sucede en los matrimonios; pues sobre no cuidarse de las amonestaciones, que prescrive la Yglecia, los casan quando quieren en sus xacales; y haviendo algunos casados se llevan, en tropa â la Yglecia para que muchos recivan las vendiciones nupciales en una misa; y por mas que se aleguen para esto costumbres, caprichos, y tenacidades de los Yndios, y el no querer recivir el matrimonio de otro modo; no dexa de influir en este desorden la codicia, y descanso de los curas para desocupar â muchos con una misa.

Es costumbre en estas, como en otras Parroquias, y en quasi todas casar â los Niños á los doce, y catorce años; y entonces es la primera vez, que confiesan, y comulgan, si acaso lo hacen; â que se aumenta que los curas, al menos alugnos, y entre ellos el de esta Parroquia hace, que el que se dice fiscal salga por las calles â advertir â los Yndios; que los que tuvieren Niños de catorce años, y Niñas de doce, dispongan, que se casen, porque no hân de ser frailes, ni Monjas; y aun se dice, que los precisan á ello con azotes, y encarcelamientos, porque yá en esta edad viven amancebados; y porque suceden varias dudas sobre la edad, y no poderse decidir por los libros de página 37 administracion, por no estar escritas las partidas, recurren â medios que dâ horror nombrarlos, y por eso los suprimo, como tambien à que la malicia suple la edad.

Hé puesto aqui lo referido, por ser la Parroquia primera, en que encontrè estos excesos con el siguiente motivo: Pasô à ser madrina de un Confirmado una niña muy pequeña. Preguntelê, si estaba yà confirmada? Y como entonó de Zumba, respondio uno: no solo està confirmada, sino casada. Pareciendome que no tendria la edad legitima, mandê, que la detuvieran en la sacristia; y luego averigue que tenia doce años, y havia tres, que era casada. Con este motivo se formò sumaria contra el cura; se convenciò ser assi; y en seguida aparecieron los demas desordenes, en orden â administrar el bautismo, y el matrimonio, segun llevo dicho, â que contrivuyô no haverse hallado la partida de su bautismo, que se probô por medio de testigos.

Reflexiones.

En esta Parroquia se dexa entender con alguna claridad la poca sinceridad de los curas en sus respuestas, no obstante la gravedad del asunto; ser informes dados á un Prelado encargado de los remedios verdaderos de las Parroquias, y haver ofrecido á todos, que podian hacerlo con toda livertad; porque mi fin unico era establecer lo conveniente para lo sucesivo, sin hacerles cargo alguno por lo pasado, aunque huviera havidolas mayores excesos; pero nada basta, mayormente para que en los asuntos se informe la verdad con pureza; conque siendo este el primer paso para aplicar los remedios verdaderos, tienen estos cerrados todos los caminos. Bien me hago cargo, que puede parecer molestia bien importuna inculcar en este escrito muchas veces esta propocicion, pero no puedo dexar de hacerlo; por que ni assi se dice bastantem.te quando dominante se halla el decimulo, la mentira, y la tergiversacion y quan deprimida se vé la sinceridad; ni aun seria ponderacion decir, que son muy pocos los que no temen decir verdad, y que apenas sobra otra cosa que motivos para temer decirla.

El un Cura de estos dice; que su renta es como de 1200 pesos; y siendo igual la del otro, á lo que deve creerse, yá la suya es de 1009. pero esto es negocio de ninguna concideracion. El uno declara; que los escandalos, y abusos son los comunes entre los Yndios; y se deve entender que habla de la embriaguez, y deshonestidad; el otro dice que no hay abusos, ni escandalos, y que solamente se encuentra rara vez algun ebrio. El uno dice que no hay escuela de Niños para los Yndios; el otro que la hay, y concurren ciento. El uno dice que ni los Yndios, ni Ladinso quieren asistir a Misa ni á la explicacion de la doctrina Christiana; y el otro, aunque no niega la repugnancia, que tienen, explica tener mucho consuelo en ver la aplicacion de los Yndios á los Divinos oficios.

Todo esto no es nobedad, y es nada, si se compara con lo que se dirá en la Parroquia de Mita; en que haviendose predicado muy de propocito, que no podian en conciencia manifestarme los seculares las faltas de los Curas, y sacerdotes; es muy regular que estos oculten las de sus Parroquianos, y tergivercen las que no puedan ocultarse.

Dice el un Cura (y aun sé porque lo dice assi) que los escandalos, y abusos son los comunes entre los Yndios; y cierto que no tenia página 37B por que no comprehender igualmente á los Ladinos, y Españoles polyzones; porque tambien en estos son frecuentes tanto como en los Yndios la deshonestidad, y la embiraguez, y mas comunes que en los Yndios los de hurtos, robos de Mugeres, casadas, y libres, sacrilegios, perjurios, muertes, juegos, y otros.

No yerra en llamar comunes á semejantes vicios; porque dominan en todos los Pueblos, haziendas, pajuides, valles, Trapiches, y Salinas; y en este motivo algunos Curas los llaman naturales, diciendo (como dicen) que los vicios que reynan son los Naturales en todas partes, porque es constante, que en todas partes han pasado á ser como naturaleza, segun el desorden, frequencia, facilidad, y desverguenza con que se cometen en todas, y a todas horas.

Respecto á lo que ambos curas dicen de la repugnancia á oyr misa, y la explicacion de la doctrina Christiana, es cosa que me espanta ciertamente lo que sucede en esta, y todas las Parroquias; y creo que (sin peligro de engañarme) podria decir en toda la America, principalmente hablando de los Yndios. Si estos ynfelices decáran de acistir por una especia de inaccion, y pereza, ó por estarse jugando, y divirtiendo, se diria culpa; pero dexar de acistir por una especie de repugnancia pocitiva; y tal, que se esconden por los vosques; que los Padres ocultan á los hijos; que quantos pueden se recisten; y que los que no se pueden recistir; y son llevados á la Yglecia sea preciso cerrar las puertas, para que no se salgan; lo mismo con tal horror, como que es uno de los agravios que pueden hacerse al S^to sacrificio.

Con el mismo miro, lo que quiere decir el cura en que le cuesta mucho travajo el que confiesen, y comulguen una vez al año; por que el travajo, que cuesta es muchas instancias, y amenazas de azotes, algunos encarcelameintos, y esperar hasta cuando se les antoje; porque há de prevenirse antes el chocolate, lso frexoles blancos, el pezcado que es lo que suple por examen, dolar, confesion, y satisfacion, que es lo que no se previene.

SObre la practica de casar á las Niñas á los doce, y á los Niños á los catorce años pudiera decir los muchos, é irreparables daños, que se siguen; yá en contraherse nulamente los matrimonios por falta de discrecion de lo que hacen; yá porque aún quando la tengan, pero no la instrucion competente para tomar estado, ni reflexion alguna de lo que hacen; y assi con la misma facilidad se separan; yá por otros muchissimos inconvenientes, que suprimo, por manifestarse ellos mismos.

Pero aun todo es nada en comparacion del riesgo de casarlos antes de la edad legitima, que por el grandissimo descuido de los libros de administracion no se prueba sino por testimonio de Yndios, y aún muchas vezes por indicios que por indecentes, no pueden nombrarse. Y aun mas que todo es; que estos casamientos no se hacen por eleccion de los muchachos, ni aun de sus Padres, sino de los Principales, y calpules, que mandan con despotismo; que tal muchacho se case con tal muchacha; y como lo mande el calpúl, no hay recistencia. Es de adnirar lo que sucede en este particular, ni se hace creible aún con la expriencia de modo; q.e haviendo hallado algunas Niñas casadas antes de la edad lexitima, ni aun á separarlas se atreven los Curas, y há sido preciso, que Yo lo hiciera, como sucedio en Chichicastenango, y en Chiantla; y aun esto con el inconveniente, que se dice en dhos Pueblos. Que puede, pues, esperarse no tomando providencias muy acordadas, y serias contra estos desordenes cuyo remedio regular esta lleno de varios inconvenientes?